Son ricos, guapos y famosos. Y lo han hecho de cine, como les gustaba a su elegante, bella y fallecida abuela.
Louis Ducruet, hijo de Estefanía de Mónaco y su prometida, Marie Chevalier, han celebrado este sábado 27 de julio de 2019 su boda religiosa.
La pareja contrajo matrimonio la víspera, en una ceremonia civil en el Ayuntamiento de Mónaco.
La novia llegaba muy emocionada a la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada de Mónaco, el mismo lugar en el que el príncipe Rainiero y Grace Kelly se dieron el «sí, quiero» en 1956.
El vestido de Marie Chevallier ha sido un diseño de Pauline Ducruet, hermana de Louis y cuñada de la novia.
Un espectacular traje con encaje Chantilly realizado artesanalmente y para el que se han requerido 300 horas de bordados a mano.
Entre los invitados han estado el príncipe Alberto, Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, Alejandra de Hannover y Ben-Sylvester Strautmann.
Ha destacado la ausencia de la princesa Charlene, así como de sus hijos, Gabriella y Jacques. Además, también resulta sorpresiva la simpatía y la naturalidad con la que Estefanía de Mónaco ha posado junto a su exmarido, Daniel Ducruet.
La pareja ha protagonizado un beso de película con el que han puesto el broche de oro a sus ocho años de relación. Entre las damas de honor se encontraba Camille Gottlieb, la hija pequeña de Estefanía de Mónaco, que no ha podido evitar emocionarse ante el beso de la pareja.