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Probablemente muchos no lo conozcáis aún, pero el chayote es una verdura de origen centroamericano que está arrasando en las cocinas de todo el mundo.
Su cultivo se expandió en los siglos XVII y XIX por América del sur, expandiéndose poco después por todo el mundo.
La también llamada patata china es de color verde y amarillo, tiene forma de pera y un corazón comestible en el centro, con textura similar a la de la patata.
El nombre científico es Sechium edule, pertenece a la familia de las calabazas. El fruto cuenta en su interior con una sola semilla, aplanada y lisa, rodeada dentro del fruto por una envoltura fibrosa.
Algunas variedades pueden presentar espinas, su piel es verde pálida, mientras que la pulpa puede ser blanquecina o verde.
El chayote es un ingrediente popular en platillos de la cocina india, mexicana y latinoamericana. Puede disfrutarse sus hojas y raíces en infusiones, al natural sin necesidad de cocinarse, o bien, al vapor, en caldos, distintos guisos o el zumo, pero todos ellos con enormes beneficios para la salud.
Todo esto nos permite darle múltiples usos en la cocina, así como usarla para dar sabor a otros alimentos.
Valor nutricional (por cada 100 gramos):
- Calorías: 19 kcal
- Proteínas: 0,8 g
- Hidratos de carbono: 4,5 g
- Grasas: 0,1 g
- Calcio: 17 mg
- Potasio: 125 mg
- Magnesio: 12 mg
Propiedades
- El chayote presenta una valor energético relativamente bajo por lo que puede ser incluido en la dieta de personas que realizan dietas para combatir el sobrepeso.
- Se le atribuyen propiedades contra la hipertensión, ya que ayuda a regular la circulación sanguínea. Asimismo, el potasio de este alimento es beneficioso para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
- Por otro lado, es beneficioso para evitar la retención de líquidos, al tiempo que contiene antioxidantes que combaten el envejecimiento celular.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de My Urban Edible Garden (@my_urban_edible_garden) el 18 Ene, 2019 a las 6:51 PST
Aunque por lo general se consume cocido, también se pueden comer crudos. En este caso se pueden añadir a las ensaladas o salsas, para darles así una textura crujiente.
También se puede combinar con zumo de limón o naranja, añadiéndole sal o chile para tomarlo como snack o aperitivo.
Si no te animas a tomarlo crudo, puedes cocinarlo como si se tratase de calabaza.
Lo mejor es que es un alimento que se puede aprovechar de forma completa.
Las hojas se pueden usar a modo de acelgas, resaltando así su sabor al saltearlas con aceite, ajo y tocino; las raíces se puede cocinar de manera similar a las patatas.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Lindsey Pine MS RDN CSSD CLT (@tastybalance) el 23 Ene, 2019 a las 6:40 PST
Propiedades del chayote
Esta verdura tiene un alto contenido de agua y fibra, así como poca cantidad de azúcar natural por lo que es un alimento bajo en calorías. Además aporta un 17% de las necesidades diarias de vitaminas C y un 2% de hierro y calcio en nuestras comidas.
También es un alimento bajo en sodio, cada pieza de chayote posee un máximo de 4 miligramos de este mineral. También incluye ácido fólico, potasio y antioxidante, siendo su semilla un fuente de aminoácidos.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Melissa Botten CHN, RYT (@healinginheels) el 1 Feb, 2019 a las 3:40 PST
7 motivos por los que debemos comerlo
1. Regula los síntomas de hipertensión y presión alta.
2. Ayuda a prevenir accidentes cerebrovasculares.
3. Por cada 100 gramos solo contiene 20 calorías, perfecto para mantenerse en forma si lo incluimos en una buena dieta.
4. Evita la retención de líquidos.
5. Gracias al hierro y la vitamina B2, estimula la producción de glóbulos rojos, combatiéndolo así con la anemia.
6. Sus propiedades antioxidantes ayudan a prevenir el cáncer.
7. Es una fuente de energía para nuestro metabolismo.
Cómo seleccionarlo
Lo fundamental a la hora de seleccionar el chayote es que sea firme al tacto y tenga piel suave, lisa y brillante, sin tener en cuenta los surcos que posee de forma natural. Tras su compra, lo ideal es envolverlo en plástico trasparente y mantenerlo en zona fría durante cuatro semanas.
Una vez realizadas este proceso, la verdura estará lista para combinar con pollo, rellenarla de carne con bechamel, con fruta a modo de brocheta, en sopas o al horno con berenjenas y calabacín. Las recetas son infinitas y el mood consiste en experimentar. ¿A qué esperas?
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de kiwilimón (@kiwilimon) el 19 Feb, 2019 a las 10:35 PST
John Benítez: @iamjohnbenitez
Imágenes: redes sociales