Forma parte del archipiélago de las islas Jónicas

Corfú: la isla, sus playas, mitos y leyendas

Si lo que te interesa realmente es la zona de más ambiente en Corfú, ve en busca del Listón, en la parte oeste de la Spianada

Corfú: la isla, sus playas, mitos y leyendas

Las islas griegas siempre despiertan pasión entre los viajeros, pero hay una que destaca especialmente por sus paisajes, su tranquilidad y sus aires del pasado: se trata de Corfú.

Corfú forma parte del archipiélago de las islas Jónicas y es la segunda en extensión (después de Cefalonia, claro).

Su color predominante es el verde y es que, a parte de su abundante vegetación, cuenta con unas playas magníficas, algunas prácticamente vírgenes.

Pero Corfú es mucho más que mar y vegetación.

La isla tiene un halo literario inconfundible y alberga un conjunto de pueblecitos blancos que invitan a perderse.

Por eso se ha convertido en un lugar preferente para los amantes del turismo de relax que han encontrado en Corfú, el lugar perfecto para unas vacaciones únicas.

Olivos y aguas transparentes

Ya te decíamos que Corfú es una isla verde y los responsables de ese color no son otros que dos árboles en concreto: los olivos y los cipreses.

Los olivos están presentes en la isla desde la época de la dominación otomana (mediados del siglo XVI), en substitución de unas viñas que fueron devastadas por el fuego.

Desde entonces, forman parte del paisaje de Corfú, incluso salen reflejados ampliamente en diversas creaciones literarias, principalmente las de Gerald Durell.

Las extensiones de olivos y cipreses llegan hasta la costa, donde se topan con un espectáculo de playas y acantilados.

Una de las zonas predilectas de los viajeros es Paleokastritsa, al noroeste de la isla, con su atractiva bahía en forma de trébol. Son 12 playas para todos los gustos, que albergan servicios y bares. Uno de los lugares más característicos de Paleokastritsa es el monasterio del mismo nombre. Desde allí se contemplan unas vistas espectaculares de la zona.

Otro enclave magnífico es Peroulades, en la parte más noroccidental de la isla. Es un paraje natural impactante, con laderas escarpadas, islotes y promontorios rodeados de aguas cristalinas. Al norte, destaca Sidari, con su famoso Canal del Amor y al sur, la península de Kanoni, con la isla del Ratón y el monasterio de Vlacherna, unido a tierra a través de una pasarela. Es uno de los iconos de Corfú, tal vez te suene porque aparece fotografiado en todas las guías turísticas…

La ciudad vieja

La ciudad vieja de Corfú (patrimonio de la Humanidad por la UNESCO) es un recinto fortificado formado por varias callejuelas entre las que se levantan edificios de varias épocas, con influencias romanas, francesas, incluso británicas. La parte más singular es el barrio del Campiéllo, con sus casas de colores (y ropa tendida) pero, el corazón de la ciudad se localiza en la Spianada, la antigua plaza de armas del ejército veneciano.

Allí se encuentran los palacios de San Miguel y San Jorge y, muy cerca de allí, la famosa Fortaleza Vieja. En total, son tres fortalezas las que rodean la ciudad Vieja y sirvieron para defender los intereses de los comerciantes de los embates del ejército otomano.

Pero, si lo que te interesa realmente es la zona de más ambiente en Corfú, ve en busca del Listón, en la parte oeste de la Spianada.

Tiene aire parisino y está repleta de tiendas, restaurantes y cafés.

Mitos, leyendas y visitantes ilustres

La isla de Corfú está estrechamente ligada a la leyenda. Sale mencionada hasta en La Odisea y es que allí desembarcó Ulises después de la guerra de Troya, antes de regresar a la mítica Ítaca. Pero, no solo el autor de La Odisea se dejó seducir por Corfú, también lo hizo más tarde William Shakespeare, quien localizó su trama de La tempestad en esta isla griega.

Corfú  también caló hondo en los hermanos Gerald y Lawrence Durrell, dos escritores ingleses que vivieron su infancia en la isla durante los años 30. Gerald Durrell relataba sus vivencias en Corfú en una trilogía hilarante, encabezada por Mi familia y otros animales. Su hermano Lawrence, por su parte, dejó su particular visión de la isla en La celda de Próspero.

Otro nombre ilustre vinculado a Corfú es el de la emperatriz Isabel de Austria, la famosa Sissí, quien mandó construir el Palacio de Achilleon en honor a su héroe favorito: Aquiles. Allí vivió también el emperador Guillermo II de Austria.

Ya lo ves, las grandes personalidades elegían Corfú para sus idílicas vacaciones así que, si tú también quieres disfrutar de esos paisajes paradisíacos y de toda la historia que la isla esconde… ¡ya no tienes excusa!.

Redacción Vanidad

 

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