Después de las críticas recibidas en su último desfile, todos estábamos expectantes por conocer si habría o no fecha para el próximo show de Victoria’s Secret. Tras 24 años coronándose como la marca de lencería por excelencia, ha llegado el momento de despedirse de este legado. La modelo Shanina Shaik, embajadora de la marca desde 2011, ha sido la encargada de confirmar públicamente la cancelación de este mítico desfile. Y es que, aunque parezca contradictorio, en Victoria’s Secret no todo es de color de rosa…
La modelo australiana ha confesado que se siente triste y rara a la vez ya que, de no haber sido por su cancelación, para estas fechas ya debería estar entrenando duro para convertirse en uno de los ángeles de la firma. Durante muchos años, ser ángel de Victoria’s Secret era casi la máxima aspiración de las modelos, el clímax de cualquier carrera profesional y es que, para poder conseguirlo, no se podía ser «cualquiera». Tal vez esta exigencia y el reflejo de una belleza y unos cuerpos irreales, hayan sido los principales motivos por los que la firma ha decidido rendirse.
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Pero no solo se ha criticado a la marca por la extrema delgadez de sus modelos, sino también por la hipersexualización del cuerpo de la mujer. Victoria’s Secret ha simbolizado durante mucho tiempo que las modelos que salen en la pasarela con su lencería, solo pueden ser ángeles con un cuerpo casi inexistente y muy poco representativo. Nada de estrías, nada de celulitis, nada de curvas. Varias modelos como Karlie Kloss, dejaron de desfilar para la marca ya que, años más tarde, confesaron que no se sentían bien con el mensaje que transmitía la firma.
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Por otro lado, este mar de críticas también acabo perjudicando a la faceta financiera. En 2018, Victoria’s Secret perdió el 50% de sus finanzas y en audiencias, bajó de diez millones, a tan solo tres millones. El director ejecutivo de la marca, Leslie Wexner, transmitía en un comunicado que su tradicional desfile iba a innovar y que 2019 iba a ser un año diferente.
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Visto lo visto, solo nos queda pensar que lo hizo para compensar las duras declaraciones de su director ejecutivo Ed Rezek quien, el pasado diciembre, dijo que en Victoria’s Secret no había lugar para las tallas grandes…
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Si hay algo que tenemos que llevar más que interiorizado en pleno siglo XXI, es que cada mujer es diferente y eso es precisamente lo que nos hace únicas. Los ángeles de Victoria’s Secret no son la realidad, sino una pequeña parte de mujeres idealizadas. Después de esto solo nos queda dar un voto de confianza a la firma para que, si alguna vez decide retomar su gran show, sea apoyando la inclusión y a la diversidad de todas nosotras.
Vanesa Soto: @vanesasotog30
Imágenes: Instagram
