COWBOYS EN ATOCHA RENFE

Salgo con tiempo suficiente de casa para encontrarme con un entrañable amigo y colega en el centro de Madrid. Llego a la estación de Aluche… Y la cosa empieza mal: hay paros parciales convocados por RENFE ó los maquinistas ó no sé quién diablos. Pero hay paros parciales. La estación parece un emjambre, cual si fuera el metro de Nueva York en horas punta. Llega el vagón y entro -no sé cómo- Y está tan atestado de pasajeros que si alguien se mueve bruscamente no sería raro que alguno se salga por la ventana…

ATOCHA RENFE. 08:55 hrs. Tras quince minutos llego a la estación de Atocha Renfe. Bajo del tren de cercanías. Es impresionante ver la marabunta del gentío que se arremolina en torno a los andenes y, en su caso, pugna por entrar a cualquier tren.

Me es difícil avanzar con tanto gentío. Y es así que bajando las escaleras mecánicas con dirección al Andén 2, hago una foto del gentío pugnando por entrar al tren. Una vez que llego al Andén uno de los vigilantes de seguridad me retiene y me solicita la cámara. Le pregunto el porqué. «Está haciendo fotos en un lugar prohibido», me espeta. Le pregunto que por quién está prohibido. Me dice que si no le doy la cámara va a llamar a la policía. (!)

Le repito que no hay ni un cartel en el Andén que diga prohibido hacer fotos. Y es más, le manifiesto mi extrañeza por semejante DISPARATE.

El no se da por aludido y me repite que va a llamar a la policía.

Le digo que llame a la policía. Yo no tengo nada que temer.

El susodicho coge su teléfono móvil y se comunica no sé con quién y solicita QUE VENGA UNA DOTACIÓN POLICIAL. Y me mira desafiante, como diciendome » te vas a cagar, chaval» (aunque no lo dijera verbalmente, hay que decir las cosas como son. Por lo visto que con quien se comunicó pasó de la estupidez que le solicitaban. Obvio. No vino nadie.

Como me veo las cosas venir ( me refiero al despropósito prepotente y surrealista) opto por llamar a un colega de prensa y le manifiesto mi problema. Se corta la comunicación por problemas de cobertura.

En ese instante llega el JEFE DE EQUIPO ( no voy a publicar su número de vigilante. Si RENFE lo quiere se lo doy por otras vías) de los vigilantes ( no voy a generalizar: los vigilantes que esta mañana estaban en el Andén 2 de Atocha RENFE) y tras hablar con sus dos subalternos que me tenían RETENIDO me dice que le enseñe mi documentación, a lo cual le pedí la suya. Le dije que no me podía retener, que yo solo había hecho una foto y que no hacía daño ni nada a nadie.

El Jefe de los Vigilantes dice que sí puede hacerlo, y que si no le hubiera enseñado la documentación ME HUBIERA ENGRILLETADO.(?)

En mi vida he escuchado muchas estupideces y seguramente habré dicho algunas, pero la esperpéntica actuación de estos tres custodios del orden raya lo surrealista y – diría, para no ofender a la inteligencia- «exceso de celo injustificado» del cual algunos ABUSAN.

«En los andenes, vagones y estaciones roban a diario bandas de delincuentes; muchos campan a sus anchas» le dije a modo de despedida a los susodichos. Y puntualicé: » ¡Y yo por hacer una foto ya que quieren enchironar!. ¡Lo que me faltaba por ver y oir!¡Para contarlo!.

Cogí un vagón con destino Recoletos y de allí a un hotel cercano a dicha estación. Recogí a mi amigo
( precisamente abogado español) y, tras desayunar y partir con rumbo al aeropuerto de Barajas, le conté mi «odisea». Se quedó más sorprendido que yo.

Bueno, la foto que atenta contra la seguridad nacional, la que atenta contra la intimidad de las personas, daña la imagen de los vigilantes, etc, etc, etc es la que ilustra este post. Juzguen ustedes.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

Lo más leído