Y llegó el tan esperado debate entre los dos candidatos a la presidencia del Perú. Alan García Pérez y el Comandante Ollanta Humala. Y el debate empezó…veinte minutos después de la hora señalada
que era las 20 horas del pasado domingo. Tras la tardanza el Comandante, muy orondo, se excusó
diciendo que lo habían entretenido unos seguidores
de su contrincante político de esa noche:
Alan García.
Fue la mentira más grande que la copa de un pino que se pudo escuchar en el auditorio sede del debate. Muy a su pesar, luego se supo que el nacionalista, discípulo de Hugo Chávez, se había “entretenido” bebiendo unos refrescos en los aledaños del auditorio. (Ver resumen del debate en video en: http://www.primeraplanamagazine.com/broadcast
Tras beber unas gaseosas creyó que ya era tiempo de entrar en el Museo- sede del debate y hacer acto de presencia. El país entero estaba pendiente de un debate que no empezaba. Desde las 20 horas el ex presidente peruano, el moderador de turno, el público, los teleespectadores se encontraban pendientes de un debate que no empezaba pero que tras veinte minutos se dio por iniciado.
La cosa no iba a quedar allí nomás. Otra de las perlas del Comandante fue llevar una pequeña bandera peruana y colocarla junto al micrófono ( como para que se vea que ama al Perú, patatin patatan). El moderador le pidió que la retirase argumentando que no era lo que estaba acordado. Humala se negó en redondo. Tras repetírselo el moderador, Ollanta sólo atinó a decir “¡RETIRELO USTED!.
Actos matonescos no ayudan en nada al candidato nacionalista. Y una prueba de ello es que al día siguiente las encuestas encargadas por “tirios” y “troyanos” le dan como perdedor en el debate y, peor aún, como “aplastado” electoralmente por el líder del partido Aprista Peruano, Alan García. La diferencia de intención de voto es brutal: ¡casi cuarenta puntos!
Queda casi nada para la segunda vuelta electoral y Alan García aún no debería cantar victoria. Es cierto que sus posibilidades de triunfo son altísimas, pero queda aún tiempo y mañas en ese ancho y ajeno mundo de la política peruana.
Un nuevo gobierno dirigido por un “nacionalista” como Humala sólo vendría a cerrar la “cuadratura del círculo” que con tanta ansía espera el dictador bananero Hugo Chávez. Perú sería parte de la columna vertebral que uniría La Habana, Caracas, Lima y La Paz.
Esperemos que el resultado nos de una alegría y esperanza a la vez para que elementos como Hugo Chávez, Evo Morales y Castro, aparte de meterse descaradamente de lleno en la campaña política de otro país, se den de narices con un resultado adverso.
Creo que de ganar Alan García tendrá que estar muy “mosca” pues el “Trio Calavera» (Chávez, Castro y Evo) necesitan esa vértebra que los asiente en Latinoamérica. Esta era su oportunidad y por lo visto no se van a quedar de brazos cruzados.
