Los socialistas gobernarán otra vez en España tras vencer en las elecciones

Los socialistas gobernarán otra vez en España tras vencer en las elecciones

(EFE).-Los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero gobernarán otros cuatro años tras ganar las elecciones generales celebradas ayer en España, en las que han incrementado su número de escaños sin alcanzar una mayoría absoluta.

Con el 98% de los votos escrutados, el Partido Socialista (PSOE) obtiene 169 diputados frente a los 154 de su principal rival, el conservador Partido Popular (PP), que mejora los resultados respecto a las elecciones de 2004.

Las dos principales fuerzas políticas españolas consolidan de esa manera su preponderancia, ya que ambas suben en número de votos y escaños, cinco los socialistas, seis los populares, y suman entre ambas el 92% de los escaños en el Parlamento.

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que revalida el cargo tras cuatro años de una dura oposición del PP, proclamó ante sus simpatizantes que gobernará «con la mano firme, con la mano tendida».

«Creo en una España unida y diversa que vive en libertad y convive en tolerancia», dijo al celebrar su triunfo, rodeado por otros dirigentes de su partido y miembros destacados del Gobierno como el ministro de Economía, Pedro Solbes, con el que se fundió en un abrazo, y de algunos de los artistas que le apoyaron durante la campaña, como los cantantes Víctor Manuel y Ana Belén.

La «gran victoria» obtenida hoy, según la definió el «número dos» del PSOE, José Blanco, fue interpretada por Zapatero como la decisión de los españoles «de abrir una nueva etapa sin crispación».

«No ahorraré esfuerzos para lograr siempre el apoyo social y político más amplio que sea posible, y para asegurar la colaboración entre todas las administraciones», destacó el líder socialista que en la legislatura que concluye tuvo que llegar a pactos puntuales para gobernar al no tener una mayoría amplia.

Los resultados de estas elecciones mejoran la situación y el margen de maniobra del PSOE, aunque no alcanza la mayoría absoluta de 176 escaños.

Zapatero centró gran parte de su campaña en lograr lo que denominó «una mayoría suficiente» que le permitiera gobernar sin hipotecar las decisiones de su Ejecutivo a pactos con otras fuerzas, como los partidos nacionalistas.

El resultado obtenido hoy le deja mayor margen pero le obligará a buscar apoyos puntuales.

Para el líder del PP, que se jugaba mucho en estas elecciones, las segundas en las que pierde frente a Zapatero, el aumento en el número de votos y escaños es un balón de oxigeno que puede suponer que su gestión no sea abiertamente cuestionada.

Rajoy perdió las elecciones del 14 de marzo de 2004, tras el atentado múltiple cometido por islamistas contra cuatro trenes de Madrid tres días antes de los comicios, en las que tomaba el relevo de José María Aznar al frente de los conservadores.

Su papel en esta legislatura fue de confrontación total con Zapatero, sobre todo por su intento de buscar una salida negociada con la organización terrorista ETA, que fracasó.

ETA actuó por última vez el pasado viernes, el último día de la campaña electoral, cuando asesinó a tiros a un ex concejal socialista en el País Vasco.

Los españoles acudieron hoy a votar en medio del dolor y la rabia por ese asesinato y respondieron con una masiva afluencia, un 75%, a los múltiples llamamientos realizados por los dirigentes políticos y la familia de la víctima para que acudieran a las urnas y dieran de esa manera un respuesta a la violencia terrorista.

Todos los dirigentes políticos rindieron esta noche homenaje al ex edil asesinado, Isaías Carrasco.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le dedicó sus primeras palabras «en este día de la libertad y la democracia» y se dirigió a su familia.

«Me gustaría que sintieran que cada voto que se ha emitido hoy es un abrazo que les estamos dando, que hoy todo el país está con ellos y que nunca olvidaremos a Isaías como no olvidaremos a cada una de las víctimas» del terrorismo, aseguró.

Los vecinos de la última víctima de ETA en la localidad vasca de Mondragón dieron hoy su respaldo al PSOE, el partido al que pertenecía, donde fue la fuerza más votada, con el 40,4% de los sufragios.

En general, el Partido Socialista ha incrementado sus votos en el País Vasco (11 puntos) y en Cataluña (6 puntos) en detrimento de los partidos nacionalistas.

Otro de los grandes damnificados de estas elecciones es la coalición Izquierda Unida, cuyo líder, Gaspar Llamazares, reconoció la «derrota sin paliativos», al perder tres de sus cinco diputados.

Al congreso, con un solo diputado, llega una fuerza nueva Unión, Progreso y Democracia (UPyD), liderada por una ex veterana socialista Rosa Díez, que rompió con Zapatero en desacuerdo por su política con ETA y con los nacionalistas.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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