Los anuncios de reformas efectuados por el nuevo gobernante cubano, Raúl Castro, sólo equivalen a «gestos vacíos», afirmó ayer el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en un discurso.
(EFE).-En su intervención en el Departamento de Estado ante el Consejo de las Américas, el mandatario estadounidense demandó al régimen cubano una verdadera transición democrática que atienda la voluntad popular y que respete los derechos humanos.
El Gobierno de Castro, insistió, debe permitir a los cubanos «que elijan a sus propios líderes en unas elecciones libres y justas», respetar los derechos humanos «de palabra y obra» y poner en libertad a los presos políticos».
El jefe de la Casa Blanca rechazó también cualquier posibilidad de relajar el embargo que EE.UU. mantiene contra la isla desde hace 50 años.
«Es la política de EE.UU. y no debe cambiar hasta que el pueblo de Cuba sea libre», agregó.
Desde que Raúl Castro asumió la Presidencia cubana en febrero pasado, después de la renuncia de su hermano Fidel, «no se ha producido ningún cambio en absoluto», declaró Bush.
La Casa Blanca confirmó hoy que el mandatario de EE.UU. habló este martes por videoconferencia con tres disidentes cubanos, Bertha Soler, Jorge Luis García Pérez y Martha Beatriz Roque, que intervinieron desde la Oficina de Intereses estadounidense en La Habana.
Se trata de la segunda ocasión en dos meses en que Bush dialoga con disidentes cubanos, después de que en marzo recibiera en la Casa Blanca a Miguel Sigler y Josefa López Peña.
Según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Gordon Johndroe, la conversación con los disidentes por videoconferencia representó «una oportunidad para que el presidente oyera directamente a aquellos en Cuba que luchan en favor de los derechos humanos».
Bush presiona a favor de un cambio político en la isla, en especial desde que Raúl Castro sustituyera a su hermano Fidel al frente del régimen.
