Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, asistirá hoy lunes a una reunión de mandatarios en Tegucigalpa para el acto de adhesión deHonduras a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA). Grupos de mujeres anunciaron que si el mandatario nicaragüense llega a Tegucigalpa, protestarán en las calles en solidaridad con su hijastra Zoilamérica Narváez (42), que hace diez años lo acusó de abuso, acoso y violación sexual.
Las protestas fueron anunciadas por la hondureña Gloria Lanzas, dirigente del comité de de mujeres «Visitación Padilla». «Ellas son muy beligerantes, tienen una tradición de lucha de izquierda, han sido perseguidas y en sus filas hasta tienen desaparecidas, agregó.
La ministra de la Mujer de Honduras, Selma Estrada, renunció a su cargo el pasado viernes, también en rechazo al líder sandinista.
Montenegro destacó que el repudio a Ortega es fruto de un acuerdo entre feministas nivel internacional, mismo que llevó a la ministra de la Mujer de Paraguay, Gloria Rubín, a oponerse a su llegada a Asunción en días pasados.
«Todas están perfectamente enteradas del caso, en España han dicho que ni se le ocurra entrar al Palacio de la Moncloa y en El Salvador, el próximo foro feminista centroamericano también va a abordar el caso», agregó Montenegro.
El gobernante nicaragüense atribuyó las amenazas de las mujeres a «una campaña de infamias y calumnias» dirigida por «el imperio y la oligarquía».
«En Honduras tenemos una gran solidaridad del pueblo hondureño y también tenemos adversarios, enemigos, eso es normal», dijo Ortega al confirmar su viaje a Tegucigalpa.
Zoilamérica Narváez, hija biológica de la actual primera dama Rosario Murillo, intentó en 1998 enjuiciar a su padrastro Ortega, que entonces era diputado y se amparó en su inmunidad hasta que el caso expiró y fue archivado por el Poder Judicial.
Narvaéz recurrió luego a la CIDH para denunciar al Estado nicaragüense por retardación de justicia, y actualmente espera el informe definitivo del caso que debe emitir el organismo de la OEA.
