Vivir y morir en la «Casa del Hombre doliente»

Vivir y morir en la "Casa del Hombre doliente"

(Paul Monzón).-En la Casa del Hombre Doliente de Guayaquil hay un cartel que dice:»Quien no vive para servir no sirve para vivir» Y eso es precisamente lo que un enfermo terminal encuentra allí: ayuda. Por eso,¿qué haría usted si supiera que tiene una enfermedad incurable y que inevitablemente va a morir? ¿Qué haría sin ningún recurso económico para aliviar sus últimos días, los peores de su enfermedad? ¿En dónde terminaría si las camas de los hospitales se necesitan para quienes sí tienen cura? En un país donde el índice de pobreza aumenta cada día ¿a quién recurriría? La Casa del hombre doliente es la respuesta, caida del cielo, a todas estas interrogantes.

Reportaje: «Casa del hombre doliente»

A veinte minutos del centro de la ciudad se encuentra la Casa del Hombre Doliente, una Fundacion que vela porque los pacientes terminales que cobija vivan sus últinos días humanamente, en paz y con dignidad.

Mañana publicaremos una entrevista con su Directora, Margarita Arosemena quien nos detlla la labor que viene realizando en este hogar para los enfermos terminales.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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