(Paul Monzón, desde Lima).- A pesar de las insensatas declaraciones del Ministro de Salud peruano, Oscar Ugarte, quien anunció la pasada semana a «Bombo y platillo», cual si fuera un gran acontecimiento y sin tener la certeza debida, que la gripe porcina había llegado al Perú, el virus AH1N1 se mantiene alejado del país. Como rectificar es de sabios, Ugarte declaró poco después que todo fue un error. Periodista Latino se encuentra en Lima y constató que el temido virus, tras el anuncio del ministro, provocó cierta psicósis en la ciudadanía limeña.
Vuelo Madrid – Lima
Nada más llegar al aeropuerto de Barajas de Madrid uno ya puede notar la psicosis que ha provocado esta gripe virulenta. Muchos pasajeros portan mascarillas protegiéndose de un posible y utópico contagio. En la cola ante el mostrador de la compañía aérea que me llevará a Lima hay muchos peruanos que llevan la dichosa mascarilla.
Yo me encuentro un pelín resfriado producto del clima inestable que vive la capital española. De vez en cuando estornudo y alguno que otro me mira de reojo, como si hubiera cometido un delito. En fin.
El vuelo de doce horas se me hizo corto. La mayor parte del tiempo lo pasé dormido. Sólo desperté para cenar, o comer, o tomar desayuno. En los vuelos intercontinentales uno pierde la noción del tiempo.
A dos asientos a mi derecha se encuentran dos pasajeros que portan mascarillas. Las llevan todo el tiempo. Pero a la hora de comer se las tienen que quitar. Y ahi radica lo absurdo que en algún momento se convierte esta psicosis porcina: los susodichos podrían contagiarse durante el tiempo que se encuentren comiendo, o desayunando o cenando. Esos instantes sin mascarillas podrían ser mortales. Y así parece que lo pensaron y el resto del viaje lo hicieron sin las benditas mascarillas.
Aeropuerto Jorge Chávez – Lima
Nada más llegar al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, por los altavoces del avión nos dan instrucciones: «Por favor, todas aquellas personas que se encuentren mal, con fiebre, con pústulas en la cara, con gripe, etc, etc… que se queden sentadas. Todos los demás, por favor, pueden salir del avión. Gracias».
Tras las instrucciones, todo el pasaje se quedó como paralizado. Unos segundos después, todos miraban a todas partes y como nadie se quedaba sentado, estalló una risa general, pero al fin y al cabo una risa de alivio. Todos salieron del avión.
Afuera nos esperaba personal de mantenimiento y policías de seguridad aeroportuaria, todos provistos de mascarillas.
Recoger el equipaje y la posterior salida fue un trámite rápido. Me selló el pasaporte un funcionario que no sólo llevaba mascarilla, sino también guantes de látex(¡).
El caso aislado que no fue
El caso aislado que provocó la alarma en Lima fue el de Alejandra Coche, la ciudadana argentina que viajaba en un vuelo de Copa Airlines de Panamá a Buenos Aires y que comenzó a presentar síntomas del virus durante el vuelo, razón por la cual el capitán del avión decidió hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Lima. Avisados de la situación, el personal de epidemiología del Ministerio de Salud esperó a la pasajera con todas las medidas sanitarias necesarias. Ésta fue debidamente protegida y llevada al hospital Daniel Alcides Carrión donde fue aislada en una sala especial: El pasado viernes fue dada de alta tras mejorar su estado de salud y confirmarse que no portaba el virus AH1N1.
Consecuencias del Virus
El temido Virus AH1N1 está alejado del Perú pero eso no es óbice para no estar preparados y atentos ante un probable brote de la gripe porcina. Por lo pronto, las pasadas declaraciones del ministro sólo provocaron la psicosis y en algunos casos, pánico. En las farmacias y hospitales es difícil adquirir una mascarilla, se han agotado las vacunas. La gente en un principio ya no come carne de cerdo. Las «chicharronerías» se han vaciado de público. De tanto en tanto algún «valiente» compra su sabroso «chicharrón» y…¡no pasa nada!.
Por lo pronto la gripe no ha llegado al país, y el turismo receptivo e interno no se ha visto afectado. Pero el gobierno hace hincapié de que hay que estar prevenidos. Y éso es lo que haré durante mi estancia en Lima.