(Alex Mac kenzie).-Con tal de hacerle la puñeta a su homólogo Álvaro Uribe, el «Gorila Rojo» no escatima en provocaciones, agresiones y detenciones arbitrarias. En esta ocasión le tocó el turno a la Cónsul de Colombia en Caracas y a treinta ciudadanos colombianos residentes en la capital venezolana. Fueron detenidos, despojados de sus pasaportes y agredidos verbalmente. La policía de Chávez se «pasó por el forro» la inmunidad diplomática del personal consular colombiano e incautó ordenadores propiedad de la legación diplomática. Lo irónico de todo es que en la sede de la Policía de Caracas hay un cartel iluminado que dice: «Bienvenidos».
La cónsul colombiana en Caracas, María Elvira Cabello, y otros 50 compatriotas fueron agredidos y detenidos por la guardia venezolana en el barrio El Catía de esa capital, informaron los medios locales y fuentes de la cancillería.
Al parecer, Cabello y otras personas de su consulado se encontraban en ese barrio realizando labores de documentación con los residentes colombianos cuando fueron agredidos por agentes venezolanos.
Según las denuncias, esos agentes agredieron verbalmente a la cónsul y decomisaron un computador de la legación diplomática, documentos y certificados de nacimiento.
Al menos 50 colombianos y la cónsul fueron detenidos y llevados a una sede policial en Caracas.
Más de 20 de esos colombianos continúan detenidos, según las últimas informaciones, y Cabello realiza gestiones para lograr su puesta en libertad.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, decidió recientemente congelar las relaciones con Colombia a raíz del acuerdo de este país con Washington para el uso de sus bases militares por fuerzas estadounidenses y de las acusaciones sobre un supuesto desvío de armas venezolanas a la guerrilla colombiana de las FARC.
El mandatario colombiano, Álvaro Uribe, expresó el pasado viernes su disposición a recomponer la relación con Venezuela, pero Chávez le respondió que eso ya es «imposible».
