Estos murales describen de manera patente (...) un antiguo mecanismo social de cuya existencia no ha quedado ninguna otra prueba
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Mayas cocinando y repartiendo comida. Personas caminando, acarreando vasijas y otras mercancías… Algunas visten taparrabos; otras, ricas túnicas con vistosos tejidos.
Ocurría hace unos 1.350 años en plena civilización maya. Son escenas de la vida cotidiana, «virtualmente desconocidas» según los investigadores, e inmortalizadas en una estructura piramidal policromada hallada en el poblado maya de Calakmul, en Campeche, México, según publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en el artículo Daily life of the ancient Maya recorded on murals at Calakmul, Mexico.
11 METROS DE ALTO
La pirámide hallada es una suerte de tarta ortogonal de unos 11 metros de alto y tres niveles. Se encuentra en el recinto arqueológico de Chiik Nahb, cerca de la línea fronteriza en México y Guatemala.
Hasta ahora, la mayor parte del conocimiento sobre los usos sociales los mayas se refería solamente a la vida de las elites y las clases altas (guerras, ceremonias religiosas y protocolarias…). Los dibujos hallados ahora ofrecen información sobre las clases sociales, los mecanismos de reparto de la comida y la alimentación, la dieta, la indumentaria de otros miembros de esa sociedad.
Arqueólogos:
«Estos murales describen de manera patente (…) un antiguo mecanismo social de cuya existencia no ha quedado ninguna otra prueba»
Las imágenes, además, van acompañadas de jeroglíficos que funcionan como pies de fotopara explicar el contenido de los dibujos. «Llevará su tiempo evaluar las implicaciones definitivas de estos hallazgos (…)», señalan los investigadores y recuerdan que todavía hay excavaciones en marcha.
El equipo que ha realizado los hallazgos está formado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología en México y la Universidad de Yale (EE UU).