El Papa ha considerado por boca de su enviado que con el Año Santo se abre un tiempo especial "de gracia y perdón"
El Año Santo compostelano ha arrancado esta tarde con la apertura de la puerta santa de la catedral de Santiago.
El arzobispo de la ciudad, Julián Barrio, ha cumplido con el centenario ritual de golpear con un mazo de plata tres veces el muro de piedra colocado para la ocasión. Sólo durante el Año Santo los peregrinos pueden entrar a la catedral por este acceso.
La ceremonia ha comenzado con un acto civil en la plaza del Obradoiro, donde tropas del Ejército esperaron bajo la lluvia la llegada del delegado regio, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien se ha empapado mientras pasaba revista y escuchaba el Himno de España.
La comitiva ha cruzado después la Catedral para salir por la puerta de Praterías y dar comienzo a la parte religiosa del acto.
En él, el nuncio papal ha leído el mensaje de Benedicto XVI en el que distinguió el sepulcro del Apóstol como el lugar donde «acuden gentes de las más diversas regiones de Europa para renovar y fortalecer su fe».
El Papa ha considerado por boca de su enviado que con el Año Santo se abre un tiempo especial «de gracia y perdón», una oportunidad para que los creyentes recapaciten «sobre su genuina vocación a la santidad de la vida» y los que han dejado «marchitar» su fe la recuperen.
Tras el mensaje del Papa, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se ha acercado con un mazo de plata a la Puerta Santa.
Tras el muro de piedra, varios operarios tenían todo a punto para asegurarse de que los leves toques tirarían abajo la inestable pared.
Con la caída de las piedras, llegaron los flashes de los fotógrafos que esperaban el momento desde el interior de una catedral llena de gente.
Con ramos de laureles se ha limpiado la puerta antes de que la comitiva entrase en el templo. Alberto Núñez Feijóo se ha parado entonces para recoger un par de piedras de la puerta santa, gesto que repitieron todos los miembros de su Gobierno.
Mientras se iniciaba la homilía, mucha gente intentaba ya comenzar el año cumpliendo con la tradición de cruzar la puerta santa.