Cinco mil bolsas con pan y queso se arrojarán el próximo domingo en la tradicional pedrea de Santo Toribio, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional, que reúne a miles de personas en el cerro del Otero de Palencia, a los pies del emblemático Cristo del Otero, obra del escultor Victorio Macho.
Precisamente será una recreación teatral del proceso creativo de este escultor al hacer su pieza mas conocida, la que abra los actos de las fiestas de Santo Toribio.
Tras las representaciones de leyendas vinculadas al barrio del Cristo y al milagro de Santo Toribio en ediciones anteriores, esta es la primera vez que se apuesta por una historia basada en hechos reales y que se vincula al Centro de Interpretación de Victorio Macho que se ubica en el Cerro del Otero.
La obra corre a cargo de Teatro del Limbo y tendrá lugar mañana sábado en el propio Cerro del Otero, a los pies de la monumental efigie, ha informado la compañía palentina.
«Jesús del Sermón de la Montaña» es el título de la representación que recoge en distintas escenas el proceso personal y creativo seguido por Macho desde que le fue encargada la estatua hasta el momento de su creación.
Las dificultades para recaudar el dinero necesario, los encontronazos con las autoridades municipales, la relación del artista con su esposa, el estallido de la República, el rechazo inicial del pueblo a la estatua, son algunas de las situaciones que se recogen en una obra que entremezcla hechos reales con momentos de ficción.
El acto central de la fiesta se celebrará al día siguiente, el domingo 18 de abril, con la tradicional pedrea del pan y quesillo, en la que las miles de personas serán «apedreadas» con 5.000 bolsas de pan y queso.
Como novedad, este año se instalará una caseta donde se procederá a la venta de bolsas con pan y queso al simbólico precio de 1 euro, para los niños, los mayores o las personas con problemas de movilidad, que tienen más complicado el acceso a las laderas del cerro para hacerse con una bolsa.
En cada bolsa figurará un resumen de la leyenda de Santo Toribio que cuenta como en el siglo XV los palentinos apedrearon al santo porque no querían renunciar a las doctrinas de Prisciliano, lo que ocasionó unas lluvias torrenciales que inundaron la ciudad y que fueron interpretadas como un castigo divino, por lo que los palentinos subieron al Cerro del Otero para pedir perdón al santo.
Este hecho se conmemora con una romería muy popular en la que el apedreamiento se realiza con bolsas de pan y queso que arrojan las autoridades, en tono festivo, al numeroso público asistente.EFE
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