Condenados a 25 años y medio cinco acusados de estafar a más de 40 inversores con la venta de acciones

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a un total de 25 años y medio de prisión a cinco personas acusadas de estafar a más de 40 inversores a través de la venta de acciones, pertenecientes a una sociedad anónima que crearon en abril de 2007, por un precio mayor al valor nominal de las participaciones y obtener de este modo más de 5,6 millones de libras esterlinas.

En concreto, el tribunal ha impuesto nueve años de cárcel a Brian James Giefing y a Paul Charleston como autores de un delito continuado de estafa; seis años para Mark Jay Brown, también en concepto de autor; ocho meses de privación de libertad para Donna Marie Meese como cómplice de dos delitos de estafa -con la atenuante de confesión-, y diez meses y quince días de prisión a Jan Erick Grotte -con las atenuantes de confesión y reparación del daño-.

Además, todos ellos deberán indemnizar a las personas que resultaron perjudicadas a raíz de estos hechos. Contra la condena cabe recurso de casación en un plazo de cinco días.

La sentencia considera probado que en octubre de 2006 Charleston y Giefing constituyeron, con Meese como intermediaria, la mercantil Onyx Office Management, domiciliada en Palma, mientras que fue meses después cuando decidieron, junto a Grothe y Brown, crear la sociedad a través de la cual urdieron sus estafas, Black Sea Investment BG JSC. Ya desde abril de 2007, sin estar constituida, comenzaron a vender acciones de la compañía.

Cuando fue constituida, las acciones vendidas a los inversores captados por teléfono superaban ampliamente las 50.000, y en ellas se ocultaba a los compradores que el valor nominal era de una leva búlgara -40 peniques-, pese a que éstas eran ofrecidas por un precio que oscilaba entre las 2 y las 3,5 libras, y eran pagadas a través de una entidad bancaria ubicada en Tánger (Marruecos) y titularidad de dos entidades radicadas en Gibraltar.

Según señala la resolución judicial, desde Marruecos y de un fondo de inversión denominado Afikim, se transfirieron a las cuentas de Black Sea en Bulgaria un total de 1,2 millones de euros, una parte de los cuales fue invertido en la adquisición de terrenos en Bulgaria. Posteriormente, y siguiendo la mecánica planeada por los cuatro acusados y con la inculpada siguiendo las órdenes de Bryan, se ejecutaron las 41 operaciones de venta de acciones.

Todos los inversores realizaron el abono de las acciones mediante transferencia bancaria a una de las cuentas en Marruecos, la misma que la suministrada por los acusados para realizar los pagos por la adquisición de las acciones de Black Sea Investments BG JSC.

La sentencia concluye que Giefing y Charleston constituyeron en agosto de 2007 una compañía búlgara denominada Prime Developments, adquiriendo dos inmuebles en este país por 850.000 euros con el dinero procedente de los inversores. El primero de ellos, a través de su mercantil Cielo Sur S.L., adquirió además una propiedad en Bunyola por 400.000 euros, también correspondientes al dinero percibido de la venta de acciones.

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