El 25 de enero de 2011 el pueblo se echó a las calles y se reuinó en esta plaza Tahrir (plaza de la Liberación) para decirle a Mubarak que el juego había terminado. Fueron 18 días de revolución con algunos conatos violentos. Pero, finalmente, el 11 de febrero de 2011, el presidente Hosnik Mubarak se rinde y empieza para este país un proceso de cambio que sigue hoy abierto.
Primero fueron los jóvenes a los que se sumaron, día a día, persnas de toda la sociedad egipcia. El ejército cumplió con su misión y actúo de puente entre el antiguo y el futuro régimen.
El pulso de El Cairo se puede tomar tanto en esta plaza como en el mercado de Khan el Khalili. En ambos lugares el bullicio de una de las ciudades más frenéticas del mundo denota la vuelta a la normalidad y el deseo, expresado por su ciudadanos, de construir un nuevo escenario político más justo y libre que el anterior.