Como si de un «déjà vu» se tratara, un año después del caos aéreo que provocó la nube de cenizas del volcán Eyjafjalla, aerolíneas, aeropuertos y pasajeros temen que otro volcán, con nombre igual de impronunciable (Grímsvötn), que entró en erupción la noche del sábado, afecte al tráfico de aviones.
Desde el 22 de mayo de 2011 permanece cerrado el espacio aéreo islandés, aunque se prevé que esta noche, ahora que la nube empieza a desplazarse hacia el norte de Europa, se reanuden las operaciones en los aeropuertos internacionales de Keflavik, el principal del país, y de Reikiavik.
Escribe C. Garrido en ABC que, precisamente, en la mañana de este 23 de mayo de 2011 , el ente estatal que controla la navegación aérea en Dinamarca, Naviair, ha ordenado el cierre del espacio aéreo de una franja en el este de Groenlandia.El volcán Grimsvotn entró en erupción el sábado 21 de mayo de 2011, lanzando cenizas a plena luz del día y llenando de humo vehículos y edificios de las zonas aledañas.
Un responsable de la oficina meteorológica de Islandia dijo que las cenizas arrojadas por el volcán podrían llegar al noroeste de Escocia a partir del lunes por la noche.
La organización de tráfico aéreo de Europa ha señalado que si las emisiones del volcán continúan al mismo ritmo, la nube de cenizas podría llegar al oeste del espacio aéreo de Francia y el norte de España el jueves.
La autoridad de Aviación Civil en Reino Unido dijo que era muy posible que los vuelos de algunas partes de la isla sean suspendido el martes por la nube de cenizas procedente de un volcán en Islandia.
Mientras, la Autoridad de Aviación Irlandesa dijo que los vuelos desde y hacia Irlanda podrían verse interrumpidos esta semana, pero que no esperaba interrupciones dentro de las próximas 48 horas debido a la ceniza volcánica.
Las autoridades estuvieron de acuerdo en aplicar reglas más laxas sobre los vuelos después de ser criticadas por ser demasiado estrictas la última vez.
En aquel momento, el cierre del espacio aéreo de Europa llevó a la cancelación de 100.000 vuelos, interrumpió los viajes de 10 millones de pasajeros y le costó a la industria una cifra cercana a los 1.700 millones de dólares en ingresos.
«Creo que los reguladores son ahora un poco más sensatos de lo que fueron el año pasado», dijo Michael O’Leary, jefe de presupuesto de la aerolínea Ryanair, en una teleconferencia.
Sin embargo, las acciones de las aerolíneas caían entre un 3 y 5 por ciento.
El ministro de Transporte alemán, Peter Ramsauer, dijo que no esperaba que la erupción interrumpa el tráfico aéreo al mismo nivel que en 2010, pero que podría haber restricciones de vuelos para aeronaves particulares, dado que la ceniza podría alcanzar una concentración mayor a los 2 miligramos por metro cúbico.
En declaraciones a Sky News, el secretario de Transporte Británico, Philip Hammond, afirmó que las autoridades podrían trabajar con las aerolíneas para «que puedan volar alrededor de las mayores concentraciones de ceniza, en lugar de tener que aplicar una prohibición total».
El volcán Grimsvotn ha estado lanzando oscuras columnas de humo y cenizas que alcanzaron los 20 kilómetros de alto.
La erupción es la más potente del Grimsvotn desde 1873 y mayor a la del volcán que generó el cierre del tráfico aéreo europeo el año pasado. Sin embargo, los científicos dicen que el tipo de ceniza lanzada esta vez se dispersa con mayor dificultad y que los vientos han sido más favorables.