El pulso entre empleados y representantes de la empresa ha encallado en un punto de no retorno
Los vuelos de Iberia operan con normalidad y sin retrasos en la T4 de Barajas, donde, hasta las 09.00 horas, había escasa afluencia de viajeros y no se registraban colas en los mostradores de atención al cliente de la aerolínea, que hoy ha anulado 114 vuelos en la primera jornada de la huelga de pilotos.
Iberia ha logrado «recolocar» a un 80% de los viajeros afectados por la cancelación de los vuelos y estima que los mayores problemas pueden surgir hoy con los pasajeros en tránsito que no han podido ser contactados por la aerolínea y que desconocen la convocatoria de la huelga.
En colaboración con Aena, Iberia ha dispuesto unas pantallas de información al viajero sobre el paro en las que se ofrecen datos y teléfonos de interés para el pasajero, además de la lista de los vuelos anulados para hoy.
Iberia tiene su base en el aeropuerto madrileño, donde opera una media de 300 vuelos diarios y hoy hay programados unos 190 según han informado a Efe fuentes aeroportuarias, lo que supone cerca de un 70% de la operación.
Sepla Iberia ha convocado dos jornadas de huelga, el 18 y 29 de diciembre, en protesta por la creación de una filial de bajo coste, Iberia Express, que se dedicará, desde marzo de 2012, a los vuelos de corto y medio radio.
El sindicato cree que la creación de esta filial vulnera el convenio colectivo de los pilotos y supondrá la desaparición de unos 5.000 empleos, ya que la dirección de la compañía prevé «sacar 40 aviones» para la nueva aerolínea.
Desde Iberia se asegura que no hay ninguna razón para la huelga de los pilotos, puesto que no se va a despedir a nadie ni se van a reducir salarios y la nueva filial creará 500 empleos.
Además, la aerolínea ha acusado a los pilotos de querer mandar en la compañía» y les ha recomendado que «vayan a los tribunales laborales a demandarlo», si creen que la nueva aerolínea es ilegal.
Para poder recolocar a los pasajeros afectados, Iberia ha trabajado con otras 27 aerolíneas y mantiene un convenio con Renfe y Alsa para trasladar por tierra a viajeros afectados, así como ha reservado más de 9.000 habitaciones en hoteles de los alrededores de Barajas.
El paro no afecta a los vuelos operados por Air Nostrum, Vueling, y códigos compartidos operados por otras compañías, y tampoco a las conexiones con Canarias y Baleares que están protegidas por los servicios mínimos.
Asimismo, ninguno de los vuelos con África está afectado y, en el largo radio, la huelga anulará el 17 % de los vuelos en rutas como Nueva York, Miami, México, Sao Paulo y Buenos Aires.
LAS CAUSAS DEL CONFLICTO
¿Por qué se ha llegado a este punto? Una larga serie de fracasos en la mesa negociadora y amenazas de tono ascendente han jalonado un proceso que hoy no ofrece marcha atrás y que se sitúa en el epicentro del conflicto: la creación de la filial «low cost» de la aerolínea española para los vuelos de corto y medio recorrido, Iberia Express.
La cultura del bajo coste -y las jugosas subvenciones por parte de algunos ejecutivos autonómicos- ha condenado a los vuelos de las compañías que compiten con Ryanair, Easyjet y similares a los continuos números rojos.
Iberia se ha encomendado a la creación de la nueva sociedad para atajar la sangría. IAG, el grupo nacido de la fusión de la compañía aérea española con British Airways, estima que Iberia Express permitirá unos ahorros de 100 millones en 2015.
Para ello, se especializará en cubrir las rutas domésticas e internacionales actualmente deficitarias, nutriéndose con los aviones de la actual flota de la empresa matriz -13, a finales del año que viene- y contratando a 500 empleados con sueldos muy inferiores a los de los actuales pilotos, que rondan los 200.000 euros anuales de media.
Explica Luis M. Ontoso en ABC que el pulso entre empleados y representantes de la empresa ha encallado en un punto de no retorno.
Pese a que la compañía insiste en que la operación no supondrá un recorte de la plantilla, los sindicatos dicen que no les salen los números.
