Las organizaciones sindicales aceptan que el ERE afecte a 2.256 trabajadores del colectivo de tierra y 627 tripulantes de cabina (TCP)
La pesadilla en Iberia no acaba. Las sospechas de la dirección de la compañía de que el sindicato de pilotos se iba a oponer a la mediación de obligado cumplimiento que aprobaron el resto de sindicatos representativos del 93% de los trabajadores de la aerolínea se han convertido en una realidad.
En la Asamblea celebrada ayer tanto el colectivo de pilotos como su jefe sindical se mostraron contrarios al documento elaborado por Gregorio Tudela. Según explica un portavoz oficial del Sepla, el sindicato que los representa, se oponen a prorrogar el ERE de 2001.
Los sindicatos de tierra y tripulantes de cabina (UGT, CCOO, Sitcpla, USO, Asetma y CTA-Vuelo) rubricaron el pasado martes un acuerdo que, además de suponer en líneas generales la materialización de las recomendaciones de Tudela, fija un número máximo de despidos al año que podrá variar en función de las necesidades de la empresa.
«La compañía, en cada uno de los años, determinará un cupo de extinciones que podrá ser susceptible de revisión durante el año correspondiente. Asimismo, fijará un calendario para hacer efectivas las extinciones en función de las necesidades de producción».
Un avión 787 para España
Como había solicitado el mediador, la compañía presidida por Antonio Vázquez se ha comprometido a prorrogar el ERE vigente (el 72/01) hasta 2015 con el fin de priorizar las prejubilaciones y ofrecer condiciones más ventajosas.
Las organizaciones sindicales aceptan que el ERE afecte a 2.256 trabajadores del colectivo de tierra y 627 tripulantes de cabina (TCP).
Si este programa de reestructuración tiene éxito, IAG, el holding que integra a Iberia y British Airways (BA), está dispuesto a incrementar la capacidad de la aerolínea española: este 3 de abril de 2013 anunció que, a raíz de un acuerdo con Boeing para la adquisición de 18 aeronaves para BA, Iberia podría reservar también un pedido de un 787.
Los acuerdos contemplan modalidades de despido, como bajas incentivadas, prejubilaciones (a partir de los 58 años, en los casos de tierra, y de los 55 años para TCP), movilidad funcional o la recolocación diferida, entre otras.
Las compensaciones del retiro anticipado oscilan desde los 2.761 euros mensuales para los TCP -Iberia abonará hasta los 60 años en 12 pagas anuales la diferencia entre esta cuantía y la prestación por desempleo correspondiente- hasta el 90% del salario regulador para los trabajadores de tierra -variable que se obtiene de la suma del sueldo base y el resto de extras, como la antigüedad y la productividad-, también con el tope de los 60 años.
A partir de esa edad, la indemnización desciende hasta el 80% del salario regulador, en el caso de los trabajadores de tierra, y el 100% de la pensión de la Seguridad Social, en el caso de los TCP.
El coste final de este plan se encarecerá, previsiblemente, tras la reforma de las pensiones aprobada por el Ejecutivo en marzo.