Carla García: «La gente en Perú no vota a favor de alguien, sino en contra de alguien»


(Paul Monzón, Lima).- Publicista, periodista, columnista, presentadora de televisión, directora de cine, e hija mayor del dos veces presidente del Perú, Dr. Alan García Pérez, Carla García acaba de incursionar en el mundo de las ondas junto al periodista Beto Ortíz. Me recibe en su piso del emblemático distrito de Barranco.

Empiezas una nueva andadura profesional , pero en esta ocasión en el mundo de la radio junto a uno de los grandes periodistas peruanos, Beto Ortíz, ¿cómo esperas vivir esta experiencia? Bueno, ya antes estuviste en televisión…

– Estuve en televisión y no fue una experiencia muy grata, pero esto con Beto lo tomo muy bien porque creo que va a funcionar mucho. Yo a él le conozco desde hace cuatro años y tenemos una amistad muy cercana y graciosa porque somos muy disímiles en muchísimas cosas, pero en el fondo nos queremos mucho.

Ahora la experiencia en la radio viene con fuerza y creo que va a ser un programa que va a tener mucho éxito porque a pesar de querernos normalmente estamos en desacuerdo en casi todo.

Un libro te dio a conocer en el mundo del periodismo y la literatura. Cuéntanos algo al respecto

– Yo escribía al comienzo un blog, cuando empezó este tema de los blog. Pero muy al comienzo, en el 2004 yo empecé a estudiar el tema y pensé que era un buen medio para comunicarme desde el anonimato diciendo cosas que a mi me gustaba hacer, contar anécdotas mías, o contando sencillamente cosas que les pasaban a otras personas. El blog empezó a crecer mucho y luego empezó a ganar premios y un buen día un amigo, Jaime Bedoya de Cartas, a quien quiero muchísimo, quien me llamó y m dijo: “Vamos a hacer una nota sobre tu blog”. Y yo le dije: “¿Qué blog?”, si el blog era anónimo. Me dijo:”Carla, ese blog es tuyo porque hablas mucho de Barranco, mucho de la zona, conoces muchas cosas que sólo conoces tú”.

Le dije. “no vas a hacer la nota porque el blog no es mío”. Y me dijo “lo voy hacer porque sé que es tu blog a pesar de que te duela”.

Y entonces tituló una nota en Caretas ·El blog de la primera hija”. Y ahí fue que el tema del blog se desbordó porque ya Caretas ponía la dirección, Caretas ponía que era yo la autora del blog, ponían mi foto. Entonces en una feria del libro se me acercaron muchos editores de distintas editoriales y yo en realidad no quería porque el blog me parecía una cosa divertida, tipo de crónica muy corta…hasta que me convencieron y publiqué el libro que se llamó Queloide. Esto fue el año 2009-2010.

Lo que hizo el libro en mi vida fue que dejara de tener miedo de hacer una cosa pública, porque yo había pensado toda la vida en vivir dentro de una cueva y hacer mis propias cosas y ser reconocida en el anonimato, que la gente me quiera pero sin saber quién era yo.

Cuando publiqué Queloide en la presentación habían cientos de personas y muchas cámaras de televisión. Y estaba ni papá que en ese momento era el presidente de la república. Decidí que era el momento de hacer mi vida y no esconder que era yo quien era.

¿Porqué el nombre Queloide?

– Queloide es una condición cutánea, de la piel que normalmente tienen personas que tienen algo de negras. Es una cosa prevalente de la raza negra, igual yo siempre pienso que tengo algo de negra. Y es que cuando tú te cortas y cicatrizas, la cicatriz sobre cicatriz se vuelve más grande sin parar. Eso es la piel queloide.

Mucha gente pensó en algún momento que el nombre era como una especie de metáfora e mi vida y tal y tal, pero en realidad no lo era, sino qu un día entré en Blogger y me preguntaron “¿Qué nombre le quieres poner a tu blog?”, y respondí “Queloide”.

Actualmente escribes en un periódico limeño…

– He colaborado con todas las revistas que existen en el medio , pero ahora de momento estoy con Caras, pero he escrito desde EL Dominical, Cosas y todas las revistas del medio escrito.

¿Y tienes libertad para escribir de lo que te dé la gana?

– Siempre escribo de lo que me da la gana, salvo que me den una misión, pero sí con toda la libertad del mundo. Y cuando ellos me contratan saben a quién están contratando. no es fácil dirigirme.

EL NIÑO COMPADRITO

También has incursionado en el mundo del cine, ¿cómo llegaste a ello?

– Considero que en la vida todas las cosas son como una especie de cuestiones casuales qu suceden. Antes de meterme en el cine yo estaba metida en música y en literatura. Todo tiene mucho que ver con el amor. Me enamoré de un videasta y decidí empezar a estudiar lo que él hacía y como yo tenía este rollo literario y tenía mucha historias pequeñas que me hubieran gustado contar, un día me dijo:!¿Qué tal si hacemos algo juntos?. Porqué no hacer ese tema El Niño compadrito, un tema del que yo hablaba mucho, que alguna vez había leído en Caretas. Y yo l dije que como hacemos si la cosa está en Cusco y los dos somos proletarios-por decir algo, estamos viviendo todo el día de lo que trabajamos.

Un día el trabajo nos llevó a Cusco y pudimos ver al “Niño Compadrito” y entonces nos tomó cuatro años terminar el documental del Niño Compadrito porque Cusco quedaba muy lejos de nosotros. Lo terminamos y fue bastante exitoso y, sobre todo, bastante respetuoso respecto al tema.

El Niño compadrito es una imagen de culto profano cusqueño que es como una pequeña momia a la que la gente le tiene mucho afecto y mucho respeto. Y entonces, hacer un documental de la herejía de uno, del ateísmo de uno, teniendo mucho respeto hacia los fieles y hacia la figura fu una experiencia importante, y uno se va transformando a lo largo del documental hasta ser casi un creyente, una persona tan respetuosa que le pide permiso a la imagen para entrar a verla, le pide permiso para muchísimas cosas.

Para mi fu una especie de…no sé…experiencia supra-física que me tomó mucho, que me dolió mucho en algún momento y que tuvo un resultado que me gusta, pero como hacen casi todos los cineastas, cada vez que lo veo me gusta menos, porque me aleja más de la persona que yo era en esos momentos. Si lo volviera hacer ahorita sería distinto.

¿Y cómo eres ahora?

– Un poco más pragmática. Tengo la capacidad de síntesis que he adquirido con los nuevos medios que es Twitter, por ejemplo. Yo me llevo bien con Twitter y he aprendido a pensar en 140 caracteres y expresar mi sentimiento en 14o caracteres. Y entonces, el largo del Niño Compadrito dura 57 minutos y creo que hoy lo podría haber hecho en 25.

¿Aparte de la radio qué cosas más haces?

– Aparte de la radio escribo en revistas, escribo en el diario, tengo una productora y todo l tiempo estoy escribiendo guiones institucionales, para documentales por encargo.

Has vivido en el extranjero. ¿Alguna vez se te pasó por la cabeza vivir toda tu vida alejada del Perú?

– Yo tengo una cosa desgraciada que no es patriotismo, ni nacionalismo , sino chauvinismo. Yo soy ridículamente peruana. Soy el tipo de persona que escucho un vals en Machala y se pone a llorar porque no está en el Perú. Yo tengo un rollo con el Perú muy complicado y de absoluta pertenencia. Yo soy el Perú y el Perú soy yo.

EL FUJI-GOLPE

Retrocedamos en el tiempo, eras una adolescente y en Perú Fujimori dio un auto-golpe. ¿Cómo viviste esos días?

– Al comienzo fue dificiil porque yo me acuerdo que viviia en se momento en la playa, en Santa Rosa a al norte de Lima. Y me fui a dormir un domingo y el lunes por la mañana mi madre vino y me dijo: “Anoche no te quise despertar para no molestarte pero ayer hubo un golpe”. Yo pensé que eran los militares porque era lo único que sabía de golpes, Ella me dijo que era un autogolpe, y que le presidente había disuelto el Congreso. Ella me dijo “Pro eso no es todo. Tu papá ha desaparecido”. Cuando dijo eso yo le pregunté: “¿Desaparecido porque lo mataron, o desaparecido porque escapó?”. Y me dijo: “No sé qué contestarte”.

Y entonces mi madre me dice que había policías en la casa de la Avenida Arenales, policías en San Isidro en la casa donde ya vivíamos, y que íbamos a tener que vivir como a salto de mata algún tiempo hasta saber de qué iba todo esto. Para mí fue difícil porque no supe de mi padre durante varios días y yo francamente pensaba que estaba muerto. luego él apareció y tuve la oportunidad de ir a la embajada de Colombia.

Pero como yo vivía con mi mamá me quedé con ella hasta que la situación política fue insoportable porque si algo tenía Fujimori era una violencia no evidente, violencia mediática. Nosotros éramos gente muy normal y como mi papá estaba fuera de Lima mi mamá protagonizaba enormes portadas de diarios como si ella huira quebrado al Perú, hubiera hecho tal cosa y fuéramos gente rica que robó mucho.

Y entonces en un momento salíamos de la casa y estaban afuera los del SIN, o había gente qu llamaba por teléfono a amenazar. Un dia mi mamá me dijo que me fuera a vivir a Chile sola a los 17 años. Y me subí a un bus…

¿Pero con 17 años?

– Mi mamá no me dejaba salir ni dormir en casa de amigos y luego un día me dijo: “Vete”. Mi abuela estaba muriendo de cáncer y en ese momento estábamos muy mal económicamente y me dio 200 dólares y me subió a un bus y me fui. Y bueno, viví en Chile mucho tiempo- Mi mamá tardó mucho tiempo en llegar porque estaba con lo de mi abuela y tal. Y uno se va haciendo la vida poco a poco, ganándose el pan, encontrando en que trabajar y estudiando, haciendo cosas y aprendiendo nuevas realidades.

¿Regresaste después de que Fujimori dejara el poder?

– No, regresé antes. Hubo un momento en que yo no soportaba estar más fuera y le dije a mi mamá “Me regreso”. Y lo que venga. ya tenía cuatro años viviendo allí y no soportaba más. Yo soy la estúpida que llora con los valses. Volví y no pasó nada felizmente. Parece que estaban ocupados en otras cosas y ya el aparato político de demolición ya estaba desactivado. Cuando yo volví en l año 99no hubieron mayores problemas. Viví un año en el Perú y luego me fui a vivir a Nueva York.

¿Es cierto que tuviste una etapa hippie en el norte del Perú?

– Claro. Yo vivía en Nueva York un año y cuando volví a Lima, Lima me parecía inconcebible. No soportaba el ritmo ni nada. Como yo me he criado un poco de mi vida en Tumbes y me gusta mucho el norte decidí irme a vivir al norte. Y viví allí un año, sin zapatos, con pelos de loca, con talones con callos, pisando abrojos y trepándome en los árboles. Fu una etapa muy bonita.

PAPÁ ALAN

Ser hija de Alan García te habrá abiertos puertas, pero también te las habrá cerrado. ¿Cómo llevas este situación?

– Sí, han habido momentos en que es ridículo no poder trabajar en determinadas cosas. Por ejemplo, si yo me meto a trabajar en una ferretería y soy la jefa de imagen , si mañana la ferretería postula a una licitación con el Estado que es lo que todas las ferreterías hacen , y ellos consiguen la licitación y pasado viene un investigador y dice “consiguieron la licitación porque la hija de Alan trabaja allí”.


Entonces, es muy complicado para una compañía comercial tener a una persona relacionada con alguien muy importante dentro porque cualquier día alguien aparece y dice “compraron 50 tachos de pintura porque allí trabaja la hija de Alan”, cosa que no es cierta. Muchas compañías pasan de trabajar conmigo porque yo podría crearles un problema en sus licitaciones con el Estado.

Ahora como soy trabajadora independiente con mi productora ya no tengo que vivir eso felizmente.

¿Cómo ves el panorama político del Perú?

– No me preocupa tanto el panorama político porque considero que el país va sobre ruedas y que económicamente la cosa va a llegar, falta que socialmente las cosas funcionen un poco mejor. Pero lo que sí me preocupa es el sentimiento de la gente. Tengo la sensación de que alimentándose de las redes sociales y del anonimato muchas veces la gente está generando una cultura y un discurso de odio del que nos va a ser muy difícil deshacernos. Por decir, mañana tu estacionas mal tu auto, que está muy mal que lo hagas, y viene una persona y filma tu auto y lo pone en el facebook y 800 mil personas dicen “Nosotros deberíamos colgar de las pelotas a esa persona”.

Y yo no sé si es lógico, si es injusto, yo nos e si la persona que colgó la foto dice la verdad o sólo se está queriendo vengar de esa persona. Hay todo un tema de odio permanente del que yo no sé cómo diablos vamos a salir. Hay una política de odio. O sea, la gente en Perú no vota a favor de alguien sino en contra de alguien. Las políticas son siempre “Anti”. No he analizado ni h podido vivir si n otros países es así, pero tengo la plena seguridad de que aquí s así. Y que se hacen sólo alianzas para derrotar y que una vez que la gente llega al poder no sabe qué hacer porque lo único que estaban buscando es matar a otro.

También me preocupa mucho la condición humana del peruano de que mientras más tiempo pasa -veía una película el otro día y el afiche que decía: “El tiempo pasa y la verdad huye”- que mientras más tiempo pasa con respecto a una injusticia, por decir el sicariato en Ancash, al comienzo todo el mundo decía “¡Oh!¡han matado a cinco personas en Ancash!”, a la víctima número diez el humano promedio dejó de preocuparse, en lugar de preocuparse más. Hay una especie de insensibilidad que se genera con la noticia cotidiana.

No entiendo francamente cuál es el valor que le estamos dando a la vida. Eso me preocupa mucho más que las políticas de Estado.

Te hacía esa pregunta porque se avecinan elecciones, en primer lugar municipales, y luego generales, y me parece que hay una campaña como para ajusticiar a tu padre, de por sí un serio aspirante a la presidencia del Perú, y así quitarlo de la lucha electoral

– Bueno, el que es político es político, Paul,. El que se mete en política de chico y crece en política sabe que la política es así. Lo que no saben los nuevos en política es que cada vez que tú haces un carga montón estás haciendo campaña a favor de la persona que odias. Si me estás preguntando qué pasa con mi papá él se metió a político y allí tiene lo que quiere y que se la faje él solito. Ese es su rollo y él lo sabe llevar muy bien.

Para finalizar. Eres comunicadora, publicista, directora de cine, periodista, columnista, ¿no te ha picado el gusanito de la política?

– Sí, mucho, siempre, toda la vida. Eso sí s algo que yo he tratado de bliquar durante muchos años. Alguna vez fui pre- candidata a la alcaldía de Zorritos, el pueblo donde yo vivía en Tumbes. Luego me asusté porque era muy niña. Pero, obviamente considero que todas las personas que somos conscientes de nuestra realidad y que nos estamos quejando permanentemente de los políticos, tendríamos que tener la voluntad de entregar nuestras vidas para mejorar nuestra realidad. considero que s muy fácil sentarse en el sillón del crítico y estar diciendo “bueno, los fujimoristas son una mierda, los apristas, corruptos, los peruposibilistas chupan, etc”. Entonces, ¿quién va a hacer el futuro del país si uno no se la juega. Uno tiene que poner el cuerpo para mejorar el país.

Entonces, te gusta la política

– Sí, claro que me gusta la política, no que vaya a incursionar en política. Pero sí lo he pensado miles de veces.

Sí, pero del pensamiento al hecho sólo hay un paso….

– Ah, también he querido ser vedette, así que relax jajajajajaja

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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