Hotel Es Trull de Can Palau Ibiza
Es Trull de Can Palau es un encantador Hotel Rural situado en la finca Can Palau y rodeado de almendros, olivos, algarrobos, pinos e higueras que impregnan el aire del olor de los bosques mediterráneos. En este hotel, la madera, la piedra, el agua, la luz y el silencio se conjuran para hacer inolvidable al viajero su paso por él.
La antigua casa payesa de más de 300 años y el Trull (el centenario molino de aceite que da nombre al hotel) han sido rehabilitados con mimo, conservando su arquitectura original y manteniendo el estilo ibicenco de blancas fachadas y amplios ventanales abiertos a la luz del sol. La restauración de los antiguos muros de piedra, la recuperación de la era y el aljibe y los frondosos jardines que encontramos en cada rincón, nos sumergen en un ambiente de antiguo encanto rústico que se funden con las comodidades de un hotel de lujo.
A tan solo 1 km de la capital de Ibiza y de las mejores playas de la Isla, la estancia en Es Trull está llena de contrastes que nos permiten vivir en un solo día la tranquilidad del campo y la vitalidad del Puerto Deportivo de la ciudad, la intimidad de las pequeñas calas y la agitada noche ibicenca, el silencio del campo y la música más cool de los restaurantes y discotecas de moda.
El hotel está compuesto por 2 suites y 8 habitaciones dobles, todas ellas con salón, desde las que se pueden contemplar unas magníficas vistas, tanto de la ciudad antigua de Ibiza (nombrada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad) como de las playas más cercanas y de la Isla de Formentera. Las suites (Es Trull y S’Estany) han sido decoradas con cariño, cuentan con una bonita cama con dosel y sus baños disponen de bañera de hidromasaje. Cada una de las habitaciones dobles, con el nombre de un viento, han sido decoradas de forma diferente con un estilo personal y muy acogedor.
Su restaurante invita al placer de una degustación tranquila y a la contemplación del paisaje a través de sus grandes ventanales, con platos elaborados por el Chef Borja Mendoza, quien ha confeccionado una carta de cocina mediterránea y otra de cocina típica ibicenca.
Hotel The Riad
The Riad se encuentra en un edificio del siglo XVII ubicado en el casco histórico de la localidad de Tarifa. Representa una clara apuesta que combina valores históricos, culturales, arte, bienestar y descanso.
Pedro González Armas, propietario y promotor del proyecto, un enamorado de los hoteles de lujo y especialmente de los Riads marroquíes (antiguas estructuras palaciegas reconvertidas hoy en día en pequeños hoteles con encanto), quiso mezclar ambas inquietudes en un solo concepto, eligiendo la ciudad de Tarifa para ubicarlo por su proximidad y afinidad cultural.
The Riad es un alegato a esas estructuras palaciegas de Marruecos reconocibles por sus patios, terrazas, fuentes, zonas ajardinadas, paredes revestidas de Tadelakt (revestimiento tradicional marroquí) y todo un elenco de refinamiento y exotismo propios de la mentalidad e idiosincrasia árabes.
Los Riads basan su filosofía en la máxima: «la belleza se guarda de puertas para adentro», de tal modo que es el interior el que rebosa toda la exaltación en un continente sencillo y básico. Todas las características originales del edificio se han preservado para mantener su personalidad y nobleza, al mismo tiempo que se ha enaltecido con revestimientos modernos como el cemento pulido en las zonas comunes o preciosos estucos de origen marroquí, el llamado tadelakt, en las habitaciones. Todas ellas están decoradas de forma personalizada y se dividen en tres categorías: Esencial, Básica y Superior.
El hotel dispone además de un Hamman dedicado al cuidado del cuerpo y el espíritu combinando terapias tradicionales marroquíes con otras más modernas. El resultado es un hotel al más fiel estilo marroquí, conjugando lo mejor de cada cultura y creando un espacio único y completamente atemporal.
Hotel Salinas de Imón
El Hotel Spa Salinas de Imón se ubica en una casa señorial del siglo XVII. Durante el siglo XVI había sido un convento y, en el siglo XVIII, fue posada real con motivo de la visita del rey Carlos III, en su viaje a las importantes salinas de Imón, quien lo reconvirtió en las oficinas y residencia de los administradores de las salinas del pequeño municipio, que ya en el siglo I era un asentamiento romano.
Desde 1750 funcionó como tal, a excepción de un pequeño paréntesis durante la Guerra Civil (ya que fue requisado por los alemanes), volviendo a su actividad al terminar la guerra hasta mediados de los 80, momento en el que fue transformado en un Hotel. Esta reforma respetó la arquitectura original y los materiales constructivos de la época en que fue construido, lo que lo convirtió en un verdadero «hotel con encanto», que pertenece al «Club Hoteles Históricos de Europa» y está clasificada como una «Casa Histórica y Singular de España».
Si nos preguntamos cómo puede haber unas salinas en Guadalajara, debemos remontarnos a hace 250 millones de años, cuando los continentes aún no estaban formados, y estas tierras eran parte de «PANGEA» y sí, ¡el mar llegaba hasta aquí! , lo que hizo que se formara una gran capa de sal de más de 200 metros con una pureza del 98%.
En 1988, el edificio fue adquirido y reformado por sus actuales propietarios, que lo inauguraron en el año 2000.