(Paul Monzón).- Aunque lo hayan decapitado, muy pocas veces he visto (casi nunca) a un político que cumple lo que dice: Si «NO» es «NO», pues es No. Hoy en día casi todos se venden.
Este tío no es de mis favoritos, pero tiene dos cojones para mantenerse «en sus trece». Y eso es, aparte de lo que digan muchos comechados, estómagos agradecidos y trepas que traicionan y viven a salto y mata en la política, algo digno de lo cual nadie puede jactarse en política, valga la redundancia.
Si no tienes dignidad, ni fe en lo que dices y prometes, de nada te valen estas palabras, da igual el partido político al que pertenezcas… Y es que la cosa no va de política, sino de principios.