1. Hidratación
Mantener buenos niveles de ingesta líquida en todo momento es esencial para el cuerpo. Pero cuando vas a viajar se vuelve aún más importante ya que habrá diversos factores externos que van a influir en tu cuerpo.
La hidratación correcta durante vuelos de larga distancia es básica. El cuerpo suele deshidratarse debido a los cambios de presión y al aire acondicionado en cabina. Y si hablamos de vuelos de más de 4 horas de duración, sin duda tendremos molestias si olvidamos hidratarnos adecuada y constantemente. Es por esto que te recomendamos empieces a beber suficiente agua antes del viaje. Con una buena hidratación podrás prevenir molestias digestivas, musculares (como calambres) ¡y hasta trastornos del sueño!, según recoge skyscanner.
Es siempre recomendable elegir agua, bebidas sin gas y/o con poca azúcar. Esto ayudará a que tu cuerpo se mantenga menos hinchado, sin mayores molestias y en mejor funcionamiento durante el vuelo. Se recomienda también evitar bebidas alcohólicas ya que éstas harán que te deshidrates aún más, tomando tiempo valioso de tu vacación mientras te recuperas.
2. Alergias Alimentarias y Requerimientos Dietéticos
Si tienes alguna alergia alimentaria o requerimientos dietéticos especiales, deberás prepararte antes del vuelo para llevar contigo lo necesario y evitarte ratos incómodos. Si eres intolerante a la lactosa, por ejemplo, es buena idea llevar comprimidos que te ayuden a digerir la lactosa, útiles en esas ocasiones en que no tienes opción. Los consigues fácilmente en cualquier farmacia y herbolario. Y por supuesto, no olvides un pequeño botiquín acorde a tus necesidades, en caso que una reacción alérgica aparezca en el camino.
3. Comida de Avión
No es secreto que estos alimentos preparados son diferentes de los que habitualmente comemos en casa. Suelen tener ciertos aditivos para que el sabor pueda ser percibido por tus papilas gustativas, ya que en las alturas las sensaciones suelen verse un poco alteradas. Si tienes una tripa algo sensible, es recomendable que evites menús con ingredientes lácteos, verduras sin cocer o ensaladas, ya que te pueden provocar gases, y hasta diarrea en algunos casos. Puedes elegir tu menú especial antes del viaje directamente con la aerolínea para asegurarte un vuelo tranquilo.
4. Alimentos Livianos y Fáciles de Digerir
Las molestias digestivas en vuelos de larga distancia son muy frecuentes y generan gran incomodidad. Una tripa inquieta te puede afectar el sueño, la tranquilidad, el descanso y hasta el disfrute de tu viaje. La buena noticia es que es prevenible. Basta con escoger alimentos livianos, cocidos y sin irritantes, especialmente si sabes que tienes una sensibilidad especial. Los alimentos ligeros y fáciles de digerir son tus aliados en vuelos largos, y entre ellos te recomendamos el yogurt, purés, verduras cocidas, arroz y/o pasta (fideos).
Es útil tener snacks saludables a mano, especialmente si sufres de acidez, reflujo o intestino irritable. Se recomienda en estos casos poner algo saludable en tu estómago cada 3 horas como máximo. Snacks saludables como, por ejemplo, manzanas, plátanos, frutos secos, yogurt o barras de granola.
5. Alimentos Irritantes
Hablamos especialmente de condimentos y salsas, picantes, lácteos, ácidos, frituras, bebidas alcohólicas, café y en algunos casos, combinaciones excesivas de sabores. Es cierto que no todas las personas sufren de trastornos alimenticios. Sin embargo, se sabe que un mayor porcentaje de la población mundial sufre de alguna reacción alimentaria en algún momento de su vida, incluso cuando no somos del todo conscientes de ello.
Durante un vuelo de larga distancia te recomendamos mantenerte al tanto de posibles irritantes si ya conoces algunos que no le van bien a tu cuerpo, o bien evitar si tienes duda. ¡No querrás pasar horas en una cabina de avión con visitas urgentes al váter!
