1. Mar Muerto, Israel
Rico en atracciones tanto antiguas como modernas, Israel es un país bello como pocos. Entre sus muchos encantos destaca el Mar Muerto, situado en el punto más bajo del planeta, a unos 425 metros bajo el nivel del mar. El mayor spa natural del mundo está rodeado de establecimientos que ofrecen tratamientos de belleza de todo tipo, como el Antanara, dentro del Kempinski Hotel Ishtar Dead Sea. Si prefieres algo más económico, aprovecha los beneficios gratuitos del barro y agua de sus playas. ¡En unos días tu piel lucirá como nueva!
2. Laguna Azul, Islandia
¿A que nunca se te hubiera ocurrido meter el bañador junto a la chaqueta de lana, gorros y bufandas para viajar a Islandia? La famosa Laguna Azul, muy cerca de Reikiavik, es un paraíso geotérmico en un antiguo lago de lava. La temperatura del agua oscila entre 37 y 39 grados y es rica en azufre y otros minerales excelentes para la piel. La sensación de estar sumergido entre hielo y las negras rocas de lava que rodean la piscina natural es única. Además, muy cerca hay hoteles con tratamientos de todo tipo, restaurantes y habitaciones con vistas al espectacular paisaje, según recoge skyscanner.
3. Aguas volcánicas, Ischia, Italia
Veintinueve grupos de fuentes termales son sólo uno de los muchos atractivos de Ischia, orgullo de la costa de Campania. Debido a su origen volcánico, esta zona de Italia es perfecta para los amantes de los balnearios, donde es frecuente observar humo de vapor de agua surgiendo de las grietas del suelo o del propio mar. El Parque Termal Jardines de Poseidón cuenta con veinte piscinas rodeadas de exuberante vegetación, playa privada y un spa con diferentes tratamientos para embellecer cuerpo y espíritu. El de Nápoles el aeropuerto más cercano para llegar a Ischia. Recuerda que reservar tu vuelo un mes antes de la fecha de salida puede suponer un ahorro del 17,4%.
4. Las rosas de Eslovenia
Bosques y montañas casi vírgenes, pueblos como sacados de un cuento, municipios repletos de cultura, hermosas costas y aguas cristalinas son algunas de las características de Eslovenia, país verde donde los haya. En el spa del Kempinski Palace Portoroz uno puede olvidarse del mundo exterior y disfrutar de una larga lista de placeres: masajes, peelings, baños perfumados y cremas casi milagrosas, todo con ello con las rosas como protagonistas. A cien kilómetros de Portoroz se encuentra Nova Gorica, la ciudad de las rosas, que cada año acoge un festival en torno a esta flor, convertida en estrella con todo tipo de actividades: visitas guiadas a la colección de variedad Bourbon más antigua, rituales de belleza o exhibiciones de cocina.
5. Pedicura con peces en Singapur
Desde hace años se ha extendido la práctica de pedicura con peces, tradición nacida en Asia que utiliza pequeños peces de agua dulce, garra rufa, para limpiar las durezas de los pies. El tratamiento consiste en sumergirlos hasta la pantorrilla en una bañera y esperar a que estos ‘pequeños doctores’ cumplan con su deber, ya que su alimento principal son restos orgánicos. En Singapur existen muchos lugares perfectos para una pedicura con peces, como el Balneario de Sentosa, parque de atracciones donde la palabra aburrimiento no existe.