1. La playa de las conchas, Australia
Esta peculiar playa de 60 kilómetros de largo se encuentra en una de las zonas más deshabitadas de la Tierra, la costa oeste de Australia, a unos 45 kilómetros al sur de Denham, y es conocida por el singular nombre de Shell Beach o Playa de las Conchas.
Si la visitas en un día soleado quedarás cegado por el reflejo del astro rey en un manto de un blanco inmaculado que lo cubre todo. No se trata de una playa de arena sino que te tumbarás sobre una espesa capa de conchas de caracolas y almejas, de hasta 10 metros de espesor, que comenzó a formarse hace miles de años.
2. Playas de la isla de Bazaruto, Mozambique
La isla de Bazaruto es la principal de un archipiélago de singular belleza que se encuentra en el Océano Índico, frente a la costa sur de Mozambique. Los pocos viajeros que la visitan lo hacen en busca de la experiencia de bucear junto a los tiburones ballena, el mamífero más grande que habita nuestro planeta. El fondo submarino del archipiélago es de gran variedad y belleza, pero la superficie también ofrece maravillas.
La isla de Bazaruto, apenas habitada, se encuentra jalonada por grandes dunas que rodean zonas de verde vegetación. Las extensas playas se abren a un mar de distintas tonalidades de azul que alimenta a los pescadores de las islas. Un reducto de paz y naturaleza viva, según recoge skyscanner.
3. Playa del Cole-Cole en la isla de Chiloé, Chile
Ubicada en la comuna de Chonchi, es el premio final de uno de los trekkings más hermosos que puedes realizar en la isla de Chiloé. Los vehículos no pueden acceder a la playa y tendrás que recorrer kilómetros a lo largo de otras playas y zonas verdes.
Todo el camino es precioso pero cuando te asomas a la colina que da a Cole-Cole te parecerá que nada es comparable a esas franjas de arenas solitarias enmarcadas por una densa vegetación y bañadas por el bravo Pacífico.
4. Playas del Parque Nacional de Abel Tasman, Isla Sur de Nueva Zelanda
El Abel Tasman es un parque natural situado en la punta norte de la Isla Sur de Nueva Zelanda. En él existe una extensa red de senderos que llevan al viajero a recorrer una costa plagada de árboles y arbustos que sirven de hábitat a una rica y diversa fauna (sobre todo aves).
Si decides acampar y realizar caminatas de días de duración, podrás encontrar un sinfín de playas y calas desiertas. También puedes optar por alquilar un kayak para acceder por el mar a calas que son inalcanzables por tierra. Es muy posible que te pases un día entero sin encontrarte con otra persona en pleno verano austral.
5. Mgiebah Bay, Malta
Malta ofrece estupendas playas de aguas cristalinas y ciudades de gran importancia histórica. En la isla principal, Malta, encontrarás una cala natural en la que podrás disfrutar de aguas de corte caribeño y naturaleza en total soledad. Se llama Mgiebah Bay y el acceso es realmente complicado. Si vas en transporte público es más que posible que acabes atravesando arbustos, maleza y campos de cultivo. El premio mereció la pena.
Si te sientes con ganas de moverte un poco te aconsejamos que recorras el sendero rocoso que une esta cala con muchas otras anónimas de igual o superior belleza y soledad. En el camino encontrarás algún búnker de la Segunda Guerra Mundial.