Negro: Playa de el Bollullo, Tenerife, Canarias
Situada en el término municipal de La Orotava y muy cerca de El Puerto de la Cruz, esta playa de arena negra volcánica es increíblemente hermosa. Aunque en todas las Canarias hay muchas, esta cala nos ha robado el corazón por su encanto, sus olas y, por su puesto, por la oscuridad del terreno, que la hace aún más bonita.
Aquellos que buscan paz y relajación deberían perderse un rato por la costa de California. A lo largo de su orilla hay mucha tranquilidad (cuanto más al norte mejor) y algunas playas de arena grisácea que le deben su color a la piedra volcánica, según recoge skyscanner.
Rojo: Red Sands Shore, Isla del Príncipe Eduardo, Canadá
Arenisca roja y una alta concentración de hierro tiñen la costa de la Isla del Príncipe Eduardo de un rojo vibrante. Perfecto para dar un paseo interminable, ¿verdad?
Rosa: Pink Beach, Komodo, Indonesia
La playa de color rosa de Komodo es una de las pocas del mundo. Este color se debe a la unión de la arena blanca con la roja.
Verde: Papakolea, Hawái, Estados Unidos
La playa de Papakolea en Hawái es una de las escasas (y raras) playas verdes del mundo. La composición mineral de los granos de arena es la que le da este tono tan curioso… Dependiendo de la posición del sol el color se intensifica, o no.
Blanco: Hyams Beach, Australia
No se puede encontrar arena más blanca que la que hay en la playa australiana de Hyams, al menos según cuenta el Libro Guinness de los Records. Este arenal níveo de Nueva Gales del Sur es la playa más blanca del mundo y está en una zona llena de rincones prácticamente vírgenes.
Negro: Jökulsárlón, Islandia
Esta playa negra como el carbón se puede encontrar en Islandia, cerca de Jökulsárlon, el mayor lago glaciar del país, que también está conectado con el mar y que es conocido por sus enormes bloques de hielo flotantes. Sobre la arena es posible ver pequeños fragmentos congelados que, blancos, contrastan de una forma increíble con el resto del entorno.