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Guía esencial para irte por primera vez de vacaciones a Japón

Algunas cosas imprescindibles que debes saber antes de viajar al País del Sol Naciente

Guía esencial para irte por primera vez de vacaciones a Japón
Japón: luchadores de sumo. JP

¿Podré pagar con tarjeta de crédito? ¿Debo dejar propina? ¿Me van a entender si hablo en inglés? ¿Qué significa ‘Irasshaimase’?

No es una broma Japón, en realidad un archipiélago de 6852 islas con 127 millones de habitantes, cada vez más envejecidos.

El Área del Gran Tokio en la isla de Honshū, donde está la ciudad de Tokio, capital de facto de la nación, es la mayor área metropolitana del mundo, con más de treinta millones de residentes, que apenas hablan inglés.

Viajar es una experiencia para ser vivida intensamente; una aventura en la que sumergirse, dejándose llevar, descubriendo paisajes, tradiciones, culturas y gentes con formas de vida distintas a las nuestras. Hacerlo resulta apasionante, sobre todo si lo hacemos con la mente abierta, sabedores que un destino como Japón nos deparará mil y una sorpresas.

Templos y ciudades superpobladas, costumbres milenarias, una lengua indescifrable y un respeto total por la naturaleza son solo algunas de las innumerables particularidades del país del Sol Naciente. Si quieres disfrutar de tu viaje, te explicamos algunos detalles a tener en cuenta cuando visites el país; detalles que pueden ser de ayuda en caso de duda.

Antes de viajar

Japón te fascinará en cualquier época del año, por lo que, si tienes disponibilidad temporal, te recomendamos que estés atento a las ofertas de vuelos. Encontrarás precios realmente interesantes para volar desde España.

Para estancias inferiores a los 90 días, no es necesario visado. El único documento que requieres es el pasaporte (el DNI no es válido). Si está a punto de caducar o no se encuentra en buen estado -está ligeramente despegado o dañado-, lo aconsejable es que lo renueves, ya que las autoridades locales son muy estrictas con ello y podrían impedirte entrar en el país.

Sé previsor y viaja con cheques de viaje o con suficiente efectivo, ya que muchos cajeros y establecimientos tradicionales no aceptan tarjetas de crédito extranjeras. No tendrás problema si las usas en la mayoría de hoteles y centros comerciales, en las oficinas de correos o de Seven Bank.

Si no dispones de él, hazte un seguro médico privado de amplia cobertura que te permita recibir atención sanitaria sin avanzar previamente el pago, ya que el precio de este servicio es muy elevado. Asimismo, es importante llevar consigo aquellos medicamentos susceptibles de ser utilizados, porque resulta muy complicado adquirirlos sin receta.

Una de las primeras palabras que escucharás nada más llegar, y que se repetirá a lo largo de toda tu estancia es Irasshaimase»

Podrás viajar con tus mascotas -perros o gatos-, siempre que cumplan con determinados requisitos como que estén vacunados contra la rabia, tengan implantado el microchip, posean la documentación requerida y se haya realizado un preaviso al servicio de cuarentena de animales, entre otras formalidades.

En el destino: respeta las costumbres

Ya en el país, Japón te sorprenderá por sus costumbres. Sin pretender pasar por un nipón más -algo que, por cuestiones obvias, no lograrás-, existen algunos detalles a tener en cuentan que evitarán algún que otro ridículo o imprevisto.

Una de las primeras palabras que escucharás nada más llegar, y que se repetirá a lo largo de toda tu estancia es Irasshaimase, que significa bienvenido. Los japoneses suelen utilizarla con mucha frecuencia, por lo que, cuando la oigas, no debes extrañarte ni buscar una respuesta. No es necesaria. El saludo irá acompañado de una pequeña reverencia con la cabeza. Olvídate de los besos, los abrazos o los apretones de manos, en Japón, no se llevan.

Sé puntual, ellos son muy escrupulosos en este aspecto, por lo que si quedas a las 12, significa eso: las 12… El celo por la puntualidad es extensible también a los medios de transporte, que suelen llegar a la hora exacta. En caso de retraso -aunque sea de un par o tres de minutos-, la compañía expedirá un justificante.

En el restaurante, en el taxi o en el hotel, no des propina. Los japoneses consideran que su obligación es hacer bien el trabajo, por lo que, en algunas ocasiones, incluso podría resultar ofensivo. Si, finalmente optas por hacerlo, lo más recomendable es poner el dinero en un sobre, con el nombre del receptor, ya que dar los billetes en mano resulta indecoroso.

Suponemos que eres una persona limpia a la que no le ocurrirá tirar basura al suelo. Y es que en Japón hay pocas papeleras, así que deberás guardarla y echarla en la del hotel o en el lugar que encuentres destinado a ello.

Algo más… ¿Alguien se tapa la boca ante ti o lleva una mascarilla? No te preocupes ni te ofendas, no tiene nada contra tu persona. La cultura japonesa es muy pudorosa y respetuosa con el prójimo, por lo que posiblemente quiere protegerte de algo, tal vez un constipado. Por tu parte, evita sonarte en publico, en plena calle, ya que no está bien visto.

Rompiendo tópicos y otras curiosidades

Una de las creencias más habituales entre los occidentales es que Japón es caro, sin embargo, no lo es más que cualquier otro país de nuestro entorno. Encontrarás alojamientos y restaurantes a precios similares a los de una capital europea. Recuerda que al cambio, un euro son aproximadamente 117 yenes.

Los horarios también varían poco respecto a los nuestros. La mayoría de tiendas, grandes almacenes y museos abren alrededor de las 10 de la mañana y cierran, en el caso de los comercios, sobre las 20 horas, mientras que los museos lo hacen sobre las 17. Por lo que respecta a oficinas bancarias, suelen atender al público entre las 9 y las 3 de la tarde.

Los restaurantes acostumbran estar especializados en un tipo de comida determinado, algo que garantiza la calidad de sus platos. No cometas el error de creer que el sushi es pescado crudo, sino que es un plato elaborado con arroz -el ingrediente estrella de la gastronomía local-, ni de esperar que te traigan la cuenta en la mesa, ya que es costumbre liquidar el importe en la caja registradora, antes de salir.

Aunque en la actualidad las grandes ciudades como Tokio cuentan con numerosos locales de comida take-away, que te permiten comprar la comida y tomarla en algún parque o rincón, tradicionalmente esta costumbre no ha estado bien vista. Te sorprenderá también descubrir expendedores de cualquier tipo de comida, incluida la sopa ramen. A la hora de elegir una bebida, si quieres, puedes optar por agua corriente sin problema alguno, aunque encontrarás botellas en tiendas y restaurantes de cierto nivel.

La movilidad requiere un comentario a parte. El silencio y el orden imperan en el transporte público, incluso en hora punta. Las estaciones de metro tienen perfectamente señalizado el lugar en el que se detienen los convoyes, evitando el caos. No debes extrañarte si descubres que en determinadas líneas y horarios, existen vagones exclusivos para mujeres. En cualquier caso, puedes adquirir abonos de viaje que te permitirán ahorrar considerablemente.

Coger un taxi de Tokio puede resultar toda una experiencia. Más allá del sobresalto final (al conocer el precio del trayecto), la sorpresa empieza justo antes de subir al vehículo: la puerta del pasajero se abre automáticamente (a instancias del conductor). El asombro siguiente nos lo proporciona la decoración interior, con reposacabezas de encaje, y la indumentaria del taxista, vestido de impecable traje y guantes de color blanco, y su alta profesionalidad.

Lo más probable es que no te entiendas con él -los japoneses apenas hablan inglés-, de forma que lo mejor es contar con un mapa para indicar al conductor el destino deseado. Por si no lo sabías, en este país asiático, los coches circulan por la izquierda, lo que para un europeo conducir un coche allí -pueden hacerlo con el permiso internacional- requiere una atención especial.

Y acabamos con un par de apuntes más que pueden ser de interés para cualquier viajero: los retretes y los baños. Los primeros reflejan el carácter cuidadoso del pueblo japonés, con inodoros limpios y, en ocasiones, muy sofisticados; tanto que han requerido de la unificación de iconos en las instrucciones de uso. Muchos de los segundos, muy valorados por parte de los nipones, mantienen una prohibición centenaria que impide la entrada a balnearios a clientes tatuados.

Nos despedimos con un recordatorio: Japón es seguro. En caso de necesidad, puedes recorrer a los koban, puestos de policía de proximidad perfectamente identificados que encontrarás en cualquier ciudad del país.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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