El Área de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna ha presentado la propuesta de zonificación que se trasladará al próximo pleno para su aprobación inicial. El acuerdo prevé que Palma sea considerada Zona Única a los efectos de comercialización de las estancias turísticas en viviendas de uso residencial.
La delimitación no permitirá las estancias turísticas a plurifamiliares y sí los unifamiliares. En cuanto a los unifamiliares habrá tres excepciones: el suelo rústico protegido, en la zona de influencia aeroportuaria y en aquellas viviendas con usos diferentes al residencial y al turístico.
Para el alcalde de Palma, Antoni Noguera, «Palma debe ser una ciudad habitable, lo peor que puede pasar es que los habitantes tengan que partir de su ciudad». «Somos una ciudad decidida y valiente, que se basa en el interés general y donde los equilibrios son clave», ha dicho el alcalde.
Para Antonia Martín, portavoz de Podemos, «hay que racionalizar los efectos del turismo, tomar medidas». «Hemos escuchado a la gente y hemos trabajado para garantizar el derecho a la vivienda», afirmó Martín.
El concejal de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, Jose Hila, ha asegurado que la medida adoptada «tiene por objetivo priorizar el acceso a la vivienda de la gente que reside en Palma». «Queremos eliminar el impacto que el alquiler turístico tiene en el alquiler para residentes, es el ámbito en el que como ayuntamiento tenemos competencia», según Hila.
Punto de partida
El punto de partida de la propuesta nace con la proposición impulsada por la Federación de Asociaciones de Vecinos aprobada por el pleno el 27 de julio de 2017. La proposición necesitaba el aval técnico y jurídico necesario para convertirse en propuesta urbanística. Del análisis y el estudio se han extraído una serie de datos:
La oferta de pisos de alquiler turístico no reglados aumentó entre 2015 y 2016 en un 50 por ciento y llegó cerca de las 20.000 unidades.
Datos de Airbnb de febrero de 2017: por «Palma» había 2.972 entradas.
El 48 por ciento de los alquileres vacacionales ofrecen en periodos de entre 7 y 9 meses: no abren ninguna posibilidad de alquiler residencial.
La alta rentabilidad del alquiler vacacional y de los hoteles hace que compita en precio a la hora de invertir. Existe un paralelismo entre la evolución del fenómeno de las viviendas vacacionales y el aumento de los precios del alquiler: el alquiler turístico no es el único factor que ha hecho que los precios suban, pero es innegable que ha incidido.
El incremento del precio de alquiler ha sido progresivo en los últimos años: un 40 por ciento de subida desde el 2013.
Ejes
La propuesta de Zona Única sigue principalmente dos criterios: la convivencia social y la falta de oferta de arrendamiento para los residentes. En cuanto a la convivencia, un informe de la Defensora de la Ciudadanía señala como causa del malestar y el deterioro de la convivencia en los barrios el ruido producido por los alojamientos turísticos.
Además, las denuncias por molestias ocasionadas por turistas que se alojan en viviendas también se han incrementado: han pasado de 42 en 2014 a 192 en 2017, es decir, se han multiplicado por cuatro.
En cuanto a la falta de viviendas para alquiler residencial, la reducción de la renta familiar ha conducido a que cada vez más se vayan a destinar más recursos a pagar el alquiler, un alquiler que sigue subiendo.
La dinámica que se vive en Palma se ve a los datos que aporta la Oficina antidesahucios: los desahucios producidos antes de la crisis se centraban, principalmente, en las hipotecas. Ahora esta dinámica ha cambiado: los desahucios se producen mayoritariamente por impagos de alquiler.
Tramitación
Se trata de una aprobación inicial. Después, se abrirá un periodo de información pública de 30 días hábiles y se solicitarán los diferentes informes preceptivos a las diferentes administraciones competentes (como Territorio del Consejo). Se resolverán las alegaciones y se trasladará a Medio Ambiente para el trámite medioambiental. Después, se llevará a aprobación definitiva.
Unifamiliares
Las estancias turísticas sí estarán permitidas en las viviendas unifamiliares. En Palma hay unos 180.000 viviendas de las que 23.000 son unifamiliares, una cifra que supone un 12 por ciento del total. La Ley de turismo marca que no se debe permitir las estancias turísticas en suelo rústico protegido. Tampoco se permitirá al ámbito aeroportuario como marca la normativa (una zona acústicamente contaminada) ni a los suelos no residenciales ni turísticos (ejemplo: polígonos), tal como marca el Plan general.
Provisional
La modificación de la Ley de turismo y el decreto posterior, aprobados en 2017, marcan que el Ayuntamiento debe delimitar las zonas aptas para la comercialización de estancias turísticas. Se trata de una medida provisional mientras el Consejo de Mallorca no desarrolle los criterios para la delimitación definitiva, mediante los Planes de intervención en ámbitos turísticos (PIAT) o la revisión del Plan territorial de Mallorca.
