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Con 450 años de historia, Rio abriga tesoros fascinantes en sus museos con colecciones envidiables. Tierra del carnaval y de la samba, también cuenta con innumerables teatros, casas de espectáculos, centros comerciales y gastronómicos abiertos durante todo el año.
Pero es la combinación de las características geográficas – el mar, la montaña, la selva – con la presencia humana, lo que otorga a Río de Janeiro la condición de ciudad única. Diversos puntos de la ciudad están rodeados de paisajes extraordinarios. Fue la primera ciudad del mundo en recibir de la Unesco el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Recientemente, en 2017, el Cais do Valongo, otro sitio de Río de Janeiro, fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco. Construido en 1811, fue lugar de desembarque y comercio de esclavos africanos hacia 1831.
Además de sus atractivos más famosos, como el Cristo Redentor, una estatua art déco de Jesucristo, y el Pão de Açúcar, un complejo de montañas, la ciudad permite otros innumerables programas enfocados en naturaleza, aventura, religión, historia y cultura, como los paseos por el Jardim Botânico y en el tranvía de Santa Teresa, las visitas a la Catedral Metropolitana y al Museo de Arte Moderno y la posibilidad de volar por la ciudad partiendo de la rampa de Pedra Bonita.
El deporte también es un aspecto muy fuerte de la cultura del pueblo carioca (como se llama a quien nace en Río). En sus 90 km de playas se llevan a cabo partidos de voleibol, fútbol y futvóley. La ciudad es el mayor centro urbano para escalar en el mundo y tiene cerros con subidas de todos los niveles, como Pedra da Gávea y Bico do Papagaio.
En el Parque Nacional de Tijuca, mayor selva urbana del planeta, tampoco falta gente haciendo caminatas y otras modalidades, como escalar y vuelo libre. El parque, además de preservar uno de los resquicios de la Selva Atlántica, protege a las nacientes y conserva las cuencas, como la de los ríos Carioca y Maracanã, que abastecen a parte de la ciudad.
La caminata es una de las mejores formas de disfrutar de Río. Hay muchas opciones además de las tradicionales calzadas de Copacabana, Ipanema y Leblon. Cerquita de allí la Lagoa Rodrigo de Freitas es una de las principales zonas de ocio de la ciudad, con quioscos, juguetes, pistas de skate, restaurantes y paisajes de selvas y montañas a lo lejos.
Y si te vas al Pão de Açúcar, acuérdate de que hay otras formas además del teleférico para llegar a tu destino. Reserva una hora para caminar un poco más en dirección al mar y verás la Playa Vermelha exprimida entre las montañas. Aprovecha y observa si hay alpinistas en las montañas colgados en las piedras. En frente al mar, busca la Pista Cláudio Coutinho al lado izquierdo y realiza este corto paseo a la orilla del mar.
Sin dudas no te arrepentirás – los edificios desaparecen de vista en la primera curva y solo verás el mar, las montañas, los pájaros y la vegetación, como si no hubiera una gran ciudad.
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