Tel Aviv, una metrópolis ultra moderna y bulliciosa con playas de arena dorada, un ambiente a la moda e innumerables fuentes de entretenimiento. Impregnada de la atmósfera auténtica del Medio Oriente, deleitará a los amantes de la buena comida y el café.
A solo cuarenta minutos de la ciudad, el contraste es sorprendente: Jerusalén te espera con su incomparable belleza. No tendrás problemas para comprender por qué ha inspirado a tanta gente durante milenios.
Aunque Tel Aviv y Jerusalén son ciudades cautivadoras y vibrantes que ofrecen una serie de atracciones imperdibles, no pueden ser más diferentes entre sí. A pesar de su proximidad geográfica, se distinguen por sus paisajes, sus aromas y sus sabores.
¿Qué otro lugar te permitiría tomar sol en una playa de última moda y a la vez visitar una de las ciudades más antiguas y más sagradas de la historia? Aquí hay una pequeña muestra de lo que puedes hacer en estas dos ciudades.