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Cierran la playa de Landévennec, en la Bretaña francesa, por culpa de un delfín que intentaba tener sexo con los bañistas

El ejemplar solitario es un viejo conocido de buzos y residentes de la zona, pero últimamente se ha excedido en sus arrumacos

Landévennec es un encantador pueblecito en la bretaña francesa. Su playa cuenta con un habitante muy particular, un delfín al que los lugareños llaman Zafar.

Hasta ahora, Zafar era amistoso con los bañistas, pero algo ha cambiado. El delfín se ha puesto muy cariñoso. Tanto que han tenido que cerrar la playa.

Como recoge Carlos Zahumenszky en Gizmodo, Zafar nunca ha sido agresivo.

Y es que Zafar, de tres metros de largo y 300 kilos, se encuentra en celo y busca frotarse con botes y con todo aquel que se le acerque, lo cual supone un peligro para las personas.

Según cuenta France 3, más de un bañista ha tenido un susto con Zafar, que lo ha levantado del agua con su nariz en pleno éxtasis amoroso.

Los delfines no tienen celo estacional. A diferencia de otras especies, cuando alcanzan la madurez sienten impulso sexual en cualquier época del año.

Tras varias denuncias, el alcalde de la localidad, Roger Lars, ha prohibido el baño y el buceo hasta que se compruebe que Zafar se va a otras aguas o encuentra una pareja de la misma especie.

Algunos ecologistas han visto la medida excesiva, por pintar como «bestia casi feroz», a Zafar. Para ellos, sin embargo, hubiera bastado con recomendaciones tales como no acercarse a menos de 100 metros del mamífero, si se va a nado, y reducir la velocidad, si se va en barco.

De todas maneras, explican, el comportamiento del delfín es atípico y se debe a que está lejos de otros ejemplares de su especie.

 

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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