Dicen que viajar en avión es la manera más segura de viajar. Lo certifican las estadísticas. Pero también es cierto que cuando hay un accidente aéreo la tragedia se multiplica por cien.
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Ya sea por fallo humano o técnico, las grandes tragedias aéreas llegan de vez en cuando arrebatando las vidas a centenares de personas. Pero a ello también contribuye las anomalías de la Naturaleza y, en puntulaes casos, las infraestructuras edxtremas que se ciernen sobre ellos tales como en este artículo, los aeropuertos.
Uno de los más peligrosos del mundo podría ser el de Tenzing-Hillary, más conocido como Lukla, en Nepal.
Lukla está rodeado de montañas y la longitud de la pista es de tan sólo solo 450 metros. Si unimos a ello que la pista tiene pendiente y que al final de la misma haya un muro, lo hace muy peligroso a la hora del aterrizaje.
Pero eso no es todo: la presencia de un acantilado al inicio de la pista y que ésta, para más inri, se sitúe a mucha altitu provoca que les llegue menos oxígeno a los motores y tengan menos aceleración.
