Tanto para principiantes como para consumados buceadores, las Islas Maldivas son un destino de ensueño. Casi 1.200 islas agrupadas en 26 atolones en medio del Índico, plagados de arrecifes con la mayor de concentración de vida marina del planeta.
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Pero Maldivas, es más que preciosos fondos marinos. Sus playas evocadoras, aguas de un azul turquesa inventado aquí, bosques de cocoteros y una oferta hotelera sostenible con el medio ambiente, la convierten en uno de los destinos más deseados del mundo.
Un recorrido aéreo sobre el archipiélago, nos da una idea de lo que significa una visita a las islas Maldivas. En primer lugar abstenerse los que no vengan buscando sol y playa y por supuesto todo las actividades anejas. Aquí la mecánica para los que no vayan a realizar deporte acuático es quedarse en los maravillosos hoteles resort repartidos por toda la costa.
Pero si vienes por el surf, el snorkel o el submarinismo, ten presente siempre la palabra «dhoni», es una pequeña embarcación tradicional con capacidad para 8 pasajeros, perfectamente dotada par la semana o dos semanas que dure tu crucero. Los atolones más famosos son: South Maalosmadulu, a 124 km al noroeste de Malé (su capital), Ari Nord (la zona más turística de Maldivas) y donde encontrarás los famosos bungalós sobre el mar y Baa, 15 islas hotel situadas el noroeste del territorio, es lo más alejado de la civilización que te imagines, pero con un lujo a lo Robinson Crusoe, que engancha. Todos ellos ofrecen una fauna marina que incluye: delfines, tortugas y un sinfín de aves y otras especies únicas.
Malé, es la única ciudad que podemos definir como tal en todo el archipiélago. Cuenta con un bullicioso mercado y algunos edificios coloniales que destacan sobre la austeridad del resto, un día será más que suficiente.
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