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Qué ver y hacer en Calabria

Qué ver y hacer en Calabria
Calabria italia.it

Es la punta de la bota, el extremo sur de Italia, bañada por las espléndidas aguas del Mar Jónico y el Mar Tirreno y separada de la isla de Sicilia por el estrecho de Mesina.

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Su clima acogedor, los magníficos colores de sus playas, las costas rocosas que se alternan con litorales arenosos, la naturaleza salvaje y misteriosa, los sabores intensos y auténticos de la cocina local, las huellas de sus orígenes antiguos, hacen de esta región un lugar único para admirar tanto en invierno como en verano.

Podrán cumplirse cada uno de los deseos. Los amantes de la naturaleza y de sus olores y misterios, podrán aventurarse en el interior de esta región, descubriendo un paisaje puro e incontaminado donde inmensas praderas verdes se ven interrumpidas por el azul de los lagos y las cascadas.

Quienes en cambio desean disfrutar de los calurosos rayos del sol sumergiéndose en un mar cristalino, podrán elegir entre las muchas y encantadoras localidades que salpican las extensas costas tirrenas y jónicas.

Y para los que prefieren conocer el pasado de esta tierra, Calabria, cuna de la Magna Grecia y tierra de antiguos asentamientos, ofrece una amplia selección de iglesias, monasterios, castillos, palacios y lugares en los que aún perduran tradiciones centenarias.

QUÉ VER:

Los amantes del arte no pueden dejar de ver los famosos Bronces de Riace, expuestos en el Museo Nacional de Reggio Calabria, y que constituyen un importante testimonio de la Magna Grecia, época que marcó profundamente la historia de esta tierra. Estas magníficas estatuas, que representan a dos héroes guerreros, suponen un singular ejemplo de la escultura griega clásica.

Para los amantes del mar, Calabria, con sus 800 km de costas, ofrece una amplia selección de magníficas playas entre las que destaca la de Capo Vaticano, que se encuentra en la provincia de Vibo Valentia, y considerada una de las 100 playas más bellas del mundo: kilómetros de arena finísima, rodeada de árboles centenarios y aguas cristalinas pobladas por una gran variedad de peces.

Una aventura en la naturaleza salvaje del interior de Calabria es una oportunidad que no hay que perderse y los parques naturales de la Sila, de las Serre, del Aspromonte y del Pollino son una de las metas naturales más interesantes. Las «fiumare» (torrentes) y las «grandi pietre» (grandes rocas) del Aspromonte, los «patriarcas vegetales» de la Sila o la riqueza de la fauna de las Serre son solo algunas de las maravillas de la naturaleza que esta tierra ofrece.

QUÉ HACER:

Cuando se piensa en Calabria nos imaginamos el mar y sus maravillosas playas donde poder disfrutar de los rayos del sol. Pero estas aguas de mil reflejos cristalinos son también un «gimnasio» natural donde divertirse practicando windsurf, kitesurf o descubrir maravillosos fondos marinos que albergan corales y fascinantes restos de la segunda guerra mundial.

Son muchas también las oportunidades de diversión y relax que Calabria ofrece a quien decide pasar sus vacaciones explorando las zonas del interior. Los Parques Nacionales, que cubren gran parte del interior, ofrecen una gama de propuestas tan amplia que satisfacen todo tipo de necesidades.

Los amantes de lo tradicional elegirán una de las muchas localidades de esquí, dotadas de pistas sintéticas para practicar este deporte durante todo el año.

Para quienes, en cambio, disfrutan poniéndose a prueba, pueden disfrutar de una excursión de rafting en el río Lao o a través de las gargantas de la Sila.
Como alternativa se puede descender el río sin la ayuda de embarcaciones especiales (raft), simplemente «caminando», tirándose al agua y bajando con cuerdas en las partes más difíciles (canyoning). La ayuda de guías especializados hace que estas fascinantes actividades deportivas sean accesibles para todos.

Otra posibilidad para aprender y divertirse al mismo tiempo es el orienteering, un deporte nacido en los países escandinavos, para medir las capacidades de orientación. El participante, dotado de un mapa y una brújula, debe llegar en el menor tiempo posible a la meta, eligiendo el recorrido pero con la obligación de alcanzar unas etapas intermedias.

¿Y por qué no probar la emoción de «volar» sobre estos panoramas impresionantes? Instructores especializados les llevarán a través de las vías del cielo, firmemente enganchados a la silla de un parapente, teniendo la oportunidad de admirar la belleza de esta región desde una perspectiva totalmente diferente.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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