Los hechos sucedieron hace un tiempo en Sudáfrica. Dos hermanas que hacían turismo por el país africano salieron en coche en plan de hace safari por la zona.
Las mujeres vivieron una de sus mejores experiencias, pero también aprendieron una lección que nunca olvidaran: si hay leones cerca del coche, lo mejor es llevar las puertas bloqueadas.
Por fortuna, una de ellas reaccionó rápidamente y cerró la puerta de golpe. Y es que estos felinos que habitan en zonas turísticas para la realización de safaris han aprendido con el transcurso de los años a abrir las puertas de los coches (cuando no tienen bloqueo).
En los últimos años se vienen dando escenas similares donde los felinos, casi siempre con hambre, intentan entre los convoy y algunos coches con turistas abrir las puertas de los vehículos.
Quizá este comportamiento no debería presentarse, pero es lo que pasa cuando el hábitat de una criatura salvaje se transforma en un circo.