Un año más, y con esta edición ya son nueve consecutivas, la capital grancanaria acoge la Feria Internacional del Mar (FIMAR).
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El olor a sal, a pesca, a viento y al Atlántico -que abraza las Palmas de Gran Canaria- envuelve estos días la Plaza de las Canarias y el entorno del Muelle de Santa Catalina, centro neurálgico de esta Feria. Un evento que se ha consolidado a lo largo de los últimos años como una parada ineludible para los profesionales del sector náutico y marino-marítimo.
La edición de este año rendirá homenaje a una disciplina tradicional. Por un lado, la vela latina, una actividad singular en el mundo de la navegación, a la que se rinde un homenaje con motivo del 115º aniversario de la primera regata de esta modalidad, celebrada en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria. Botes y barquillos de otros destinos náuticos de España como Cartagena (Murcia), Silla (Valencia) y Lanzarote mostrarán sus habilidades en el mar.
Durante los días que dura la Feria, las actividades comerciales, profesionales, divulgativas y de ocio se multiplican por todos los escenarios. El público tendrá a su disposición, con entrada libre, desde la exposición y muestra de las últimas novedades del sector náutico y marítimo, a paseos por el mar, visitas al puerto de Las Palmas, regatas, exhibiciones de motonáutica, una gran parada náutica con más de 200 embarcaciones, bautizos de vela, talleres tecnológicos, pesca artesanal, conciertos al aire libre, charlas divulgativas, actividades que se sumarán a las 135 carpas desplegadas en la Plaza de Canarias, sede de la Feria del Mar, junto al muelle de cruceros de Las Palmas de Gran Canaria.
FIMAR 2019 recordará además una de las grandes hazañas marineras de la historia, la del español, Juan Sebastián Elcano que recibirá un homenaje enmarcado en los actos de conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo.
Algo atrae al ser humano hacia el mar. Quizá el ser consciente de lo pequeño que es ante esa inmensidad. El mar construye y erosiona, hace flotar, pero también es una fuerza incontrolable que sigue su propia naturaleza.
Todo esto es lo que pone delante de los ojos del visitante la Feria Internacional del Mar, a la vez que enseña a disfrutarlo, amarlo y, sobre todo, a respetarlo. Cuatro días para dejarse atrapar por la belleza del mar.
