El alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte necesidad y ansiedad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestándose a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingestión (Envían a prisión a un párroco de Teruel por conducir borracho y sin carné).
El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga, según wp (Graban a Nicholas Cage borracho e insultando a su novia: «se va a quedar con todo mi dinero»).
Se considera como una enfermedad crónica, progresiva y mortal por la Asociación Médica Estadounidense al igual que otras drogodependencias.–Pillan a este alcalde borracho y con una prostituta–
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo determina como «toda forma de embriaguez que excede el consumo alimenticio tradicional y corriente o que sobrepasa los linderos de costumbres sociales…».–Vídeo impactante: un borracho al volante atropella a 6 personas y golpea 10 coches–
La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores (¿Estaba borracho en directo?; La surrealista conexión en ‘Noticias Cuatro’).
Esta enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor. Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas características genéticas que se cree están relacionadas con la dependencia al alcohol (Un borracho se equivoca de casa en Año Nuevo y se acuesta en la cama de un perro inmenso).
Los investigadores continúan indagando el vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo.
Actualmente no existe una posible cura para esta enfermedad, sin embargo muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad.
Pero es innegable que para que un adicto al alcohol pueda recibir tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar su condición de dependencia al licor.
Reino Unido se erige como el país cuyos ciudadanos más veces se emborrachan a lo largo de un año. Así lo revelan los resultados obtenidos tras la Encuesta Mundial sobre Drogas del año 2019. También muestra que, sin contar el alcohol y el tabaco, el cannabis, el MDMA y la cocaína son las sustancias más consumidas, según ABC.
Los adultos británicos son los que se alcoholizan más a menudo, una media de 51,1 veces en un año. Le siguen de cerca otros tres países de habla inglesa: Estados Unidos, Canadá y Australia, todos ellos rondando las 50 veces por año.
Los expertos estiman que estas escandalosas cifras son debidas a los jóvenes. La generación «milennial» ha aumentado el consumo de alcohol, ya que suele tener unos hábitos de consumo mucho más habituales que los ciudadanos de mayor edad.
El fundador de la Encuesta Mundial sobre Drogas, el profesor Adam Winstock, ha reconocido los datos muestran que la población bebe de una forma potencialmente dañina. «En el Reino Unido no solemos ser moderados, el objetivo de la noche suele ser emborracharnos».
El experto también ha incidido en los perjuicios del alcohol: «Emborracharse conlleva riesgos de lesiones y daños a la salud, pero tenemos que empezar a subrayar los riesgos a diferentes niveles de consumo, incluso si están por encima de los límites «seguros»».
En general, el 38% de los participantes que bebieron alcohol en los últimos 12 meses querrían beber menos, mientras que el 25% de las mujeres mayores de 25 años se arrepienten de haberse emborrachado -los datos más altos desde que se realiza este sondeo-.
La encuesta también arroja datos sorprendentes con respecto a otras drogas. En Inglaterra, el 74% de los encuestados admiten haber consumido cocaína en algún momento de su vida, y el dato a nivel mundial no es menos escandaloso: un 65%.
En España
A pesar de la fama que suele ser atribuida a los españoles -y de nuestras reservas de vino, sangría, cerveza o sidra-, nuestro país ocupa el puesto 14 entre los que más alcohol consumen, con una media de 31,9 borracheras al año. Nos superan, además de los citados previamente, India (41), República Checa (36,8), Finlandia (34,9), Bélgica (34,7) e incluso Francia (32,2). Situados en la mitad de la tabla, superamos a nuestros vecinos portugueses (20,2) o a países como Italia (30). Hungría (24,9) o Chile (16,4).