Sobre padres e hijos está odo dicho, ¿o, no?. Un estudiante de 23 años fue condenado el pasado martes en Francia a nueve meses de prisión condicional por alertar en enero de una falsa alarma de bomba en el avión de Easyjet en el que viajaban sus padres según ABC, con el objetivo de evitar verlos.
El joven, que cursa Derecho, reconoció los hechos ante el tribunal y confesó que quería impedir por todos los medios que sus padres viajaran a Rennes para visitarle.
Con la voz distorsionada por un programa, el estudiante hizo una llamada anónima el 18 de enero para informar de la presencia de una bomba en un avión. «Escúcheme atentamente, el avión Easyjet de Lyon a Rennes no despegará, de lo contrario explotará», aseguró.
La alarma provocó el retraso de una docena de vuelos y que un avión de Lufthansa con destino Lyon desviara su ruta hacia Ginebra. Pese a sus esfuerzos por evitar que el avión en el que viajaban sus padres despegara, el vuelo llegó a su destino.
Las autoridades localizaron al autor de la llamada anónima mediante la geolocalización de su smartphone y procedieron a su arresto.
En cuanto a las razones para evitar la visita de sus padres, el condenado admitió que pasaba los días que no tenía clase fumando marihuana. «Podía fumarme diez porros al día», detalló ante el tribunal. Su adicción a la marihuana acabó en un conflicto familiar por el que quería esquivaba el contacto con sus progenitores. Entre otras razones, el joven también alegó que tampoco quería que sus padres vieran el «desorden» del lugar en el que se alojaba.