Aquellas espantosas imágenes de «antaño» en las cuales las playas de Benidorm eran invadida por una «marabunta» de turistas, y en donde no cabía un alfiler, parece cosa del pasado. El coronavirus lo ha conseguido.
Los británicos que se despanzurran estos días en la Costa Blanca están de lo más felices. Tienen las playas para ellos solos. El Daily Mail, que se hizo eco de este hecho, lo titula así: «Tenemos Benidorm para nosotros solos».
Los primeros turistas en llegar celebraban que están disfrutando de «playas vacías y cervezas al sol», según datos de la concejal de Playas, Mónica Gómez.
La poca afluencia de turistas extranjeros debido a la escasez de vuelos y la inquietud por el Covid-19, convierten a la localidad alicantina en un lugar ideal para veranear sin sufrir las aglomeraciones de otros tiempos.
Los bares y establecimientos de Benidorm suspiran por la pronta llegada de más turistas británicos : «Sin los británicos, estamos muertos», aseguran.
Tras la reapertura el pasado 15 de junio las tres playas de Benidorm, Levante, Poniente y Mal Pas, han rozado los 110.000 usuarios, según los datos del ayuntamiento.