Sacrificarán a medio millón de tiburones para crear una vacuna anti Covid-19

Sacrificarán a medio millón de tiburones para crear una vacuna anti Covid-19

Parece mentira, pero en su afán por encontrar una vacuna contra el COVID-19, algunos laboratorios buscan activamente una sustancia que se encuentra solo en el hígado de algunos tiburones.

Desde el comienzo de la pandemia, los laboratorios de todo el mundo han trabajado arduamente para crear una vacuna contra el COVID-19. Varios grupos y asociaciones medioambientales, como Shark Allies, están señalando el uso de una sustancia que se encuentra en el hígado de tiburón, algo que podría dar lugar a la matanza de cientos de miles de tiburones para garantizar la producción a gran escala de una vacuna.

Una sustancia que ya se utiliza en vacunas

El escualeno se ha utilizado en vacunas durante varias décadas. El escualeno es una sustancia que se encuentra en varios lugares, especialmente en el aceite de oliva, pero también en el hígado de tiburón. Sin embargo, se puede extraer mucho más rápido de un tiburón que del aceite de oliva.

El escualeno es un componente de ciertos adyuvantes que se agregan a las vacunas para estimular la respuesta inmune, tal y como explica la Organización Mundial de la Salud. Por ejemplo, se ha utilizado desde 1997 en una vacuna antigripal (FLUAD, Chiron), que contiene 10 mg de escualeno por dosis.

Medio millón de tiburones en riesgo

La mayoría de los laboratorios no dudarían en utilizar esta sustancia en la carrera por una vacuna contra el Covid-19. La compañía farmacéutica británica GlaxoSmithKline ha revelado que ya está utilizando escualeno para una vacuna contra la gripe y que fabricará mil millones de dosis de este adyuvante para su uso en una posible vacuna contra la COVID-19.

Shark Allies ha estimado que se necesitan unos 3.000 tiburones para producir 1 tonelada de escualeno. La organización sin ánimo de lucro ha calculado que se necesitarían 250.000 tiburones para vacunar a todo el mundo con una vacuna que contenga escualeno. Y este número aumenta a 500.000 si se necesitaran dos dosis por persona, como explican los investigadores. Sin embargo, algunas especies ricas en escualeno, como el tiburón peregrino, se clasifican como «vulnerables».

Algunos están tratando de encontrar una solución para evitar esta tragedia ambiental, como la empresa Amyris en Silicon Valley, que produce escualeno sintético, que se utiliza en cosméticos desde hace varios años. El uso de este producto igualmente eficaz podría imponerse a los laboratorios, incluso para la producción de vacunas, para evitar la dependencia de la pesca de tiburones.

Shark Allies también se está movilizando contra la matanza de tiburones por el escualeno. Una petición en línea ya ha alcanzado más de 23.000 firmas. Se trata de un debate medioambiental serio al que deberán enfrentarse los laboratorios. Un portavoz de GlaxoSmithKline reveló que la empresa está «comprometida con la protección del medio ambiente y está explorando el potencial de fuentes alternativas de sus materias primas siempre que sea posible».

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