Estados Unidos exigirá a partir del lunes 6 de diciembre a todos los viajeros que se trasladen a su territorio que presenten un test negativo de coronavirus en las 24 horas anteriores a su vuelo, independientemente de su estado de vacunación o país de salida, con el objetivo de frenar una posible propagación de la nueva variante ómicron.
Es una de las medidas anunciadas hoy por la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, dentro de su plan de invierno contra el Covid-19, que cuenta con ocho disposiciones más.
Esto sería una ligera modificación a las reglas que estaban en vigor, donde los vacunados podían presentar una prueba de PCR o antígenos hecha hasta tres días antes del ingreso. Aparentemente, los viajeros no tendrían que permanecer en cuarentena cierto tiempo tras su llegada o someterse a otra prueba de coronavirus a los dos o tres días de pisar suelo estadounidense, tal como habían avanzado varios medios de comunicación del país.