El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó definitivamente el nuevo plan de alojamientos turísticos (Peuat), que mantiene la prohibición de alquilar habitaciones turísticas por períodos de 31 días o menos y el centro de Barcelona como una área de decrecimiento, de manera que si cierra un hotel no puede abrir uno nuevo.
Han votado a favor los grupos del Gobierno municipal (comuns y PSC) y ERC, y Junts, Cs, PP, Valents, y la concejal no adscrita, Marilén Barceló, han votado en contra.
La teniente de alcalde de Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, ha defendido que nunca dejarán «de tener una herramienta como ésta que permita poner control y orden» que, según ella, ha permitido un incremento sostenido y sostenible desde su aplicación hace cuatro años.
Tras el debate en el pleno y en declaraciones a los periodistas, el concejal de Industrias Creativas y Turismo, Xavier Marcé (PSC), ha apuntado en declaraciones a los periodistas las «diferencias de criterios» con los comuns sobre la gestión de las habitaciones compartidas, ya que los socialistas creen que va más allá de los efectos turísticos.
Asimismo, ha insistido en la voluntad del Gobierno municipal de poner en marcha una ordenanza que regule la situación, que ha avanzado que podría impulsarse en este mandato.
