A pesar que la temporada de verano ha sido «muy positiva» para el sector, con cifras de facturación «cercanas a las de 2019», el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, prevé un otoño con «incertidumbre» por la subida de precios de energía y combustibles.
En declaraciones a Europa Press, Garrido ha afirmado que para la primera quincena de septiembre las perspectivas son «muy positivas», pero espera una desaceleración del ritmo de reservas y una reducción en la facturación durante el último trimestre del año, aunque esto puede cambiar, ya que «los hábitos han cambiado y son muchos los clientes que reservan a última hora».
Respecto al verano, el volumen de negocio ha alcanzado cifras de facturación «muy interesantes y muy parecidas a las del 2019» e incluso, para algunas agencias, según su especialización y zonas, incluso se ha superado el nivel prepandemia.
En este sentido, Garrido ha atribuido esta recuperación del sector de agencias de viajes en la temporada de verano a la vuelta a la normalidad y la supresión de restricciones a la movilidad como consecuencia de la vacunación masiva, junto con los altos porcentajes de inmunidad y la menor gravedad de la variante ómicron.
Según el presidente de CEAV, en este verano cabe destacar el crecimiento de los viajes a Estados Unidos, a pesar del incremento del precio del dólar, y también ha habido mucha demanda a los destinos del Caribe, capitales europeas, Egipto y Turquía.
Por otro lado, el temor ante las sucesivas olas de Covid-19 ha favorecido la aparición de un cliente mucho «más exigente y previsor», que «demanda seguridad, flexibilidad y una mayor personalización».
«La agencia de viajes aporta valor a los clientes, convirtiéndose en su asesor personalizado para que el cliente viaje tranquilo, seguro y con garantías. Y los clientes se han dado cuenta del valor en la intermediación, por lo que se apoyan más en las agencias para reservar sus viajes», ha añadido Garrido.