Una hermosa “parvada” de pilotos enfundados en paracaídas de mil colores surcó este 19 de diciembre el cielo del Pueblo Mágico de Jala, Nayarit. Ese día, el emblemático el Volcán del Ceboruco se convirtió en el escenario para decenas de profesionales del Parapente, uno de los deportes aéreos más populares en todo el mundo y de auge creciente en México, particularmente los últimos años.
La organización del evento que se llamó “Vuela Nayarit” corrió a cargo de Secretaría de Turismo de Nayarit de la mano de Alas del Hombre, la escuela pionera del vuelo en parapente de México, que desde 1978 ha posicionado este deporte en territorio nacional desde Valle de Bravo y Temascaltepec.
Para la inauguración de esta nueva rampa en el oeste de México, se contó con la presencia de los mejores pilotos participantes en la más reciente Copa del Mundo de Parapente, que se llevó a cabo unos días antes en Valle de Bravo. Entre otros invitados, volaron 14 distinguidos pilotos campeones del mundo como Ulric Jessop (Reino Unido); Andreas Malecki (Alemania); Constance Mettetal (Francia); Klaudia Bulgakow (Polonia), Bill Hughes (Estados Unidos, delegado de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), y Estefano Salgado y Patricia García de Letona campeones mexicanos de Parapente.
“El parapente en México está en un nivel muy saludable, creciendo muy rápidamente en los últimos 4 años, mucha gente de todos los niveles socioeconómicos lo practican, las escuelas han hecho una gran labor. Ya hay tres mexicanos en la Copa Mundial, hay un 6o y 7o a nivel mundial en categoría individual. Además, es un deporte que suele tener un impacto económico importante porque muchos lugares en donde hay vuelos de distancia, se han convertido en lugares turísticos”, explicó Miguel Gutiérrez, pionero de este deporte en México y fundador de Alas del Hombre.
El organizador de Vuela Nayarit señaló que en México hay cerca de mil pilotos. Se vuela en lugares como Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Monterrey, Jalisco y Colima. Recientemente se abrió una rampa en Durango y ahora ésta en Nayarit, que promete ser una de las más atractivas para los visitantes extranjeros, pues este es un deporte que se cuece “a fuego lento” y en el que los deportistas se mudan varios meses para practicarlo. “Las escuelas internacionales organizan tours a los mejores sitios de vuelo. Una escuela noruega, por ejemplo, cada año organiza un evento con 150 pilotos que se quedan 4 meses a volar. Todas las escuelas de Norteamérica, Nuevo México, Arizona, Idaho, Colorado, casi todos llegan a Valle de Bravo en invierno a volar. Son 4 meses donde se rentan casas, coches, choferes, hay trabajo para mucha gente”, explica Miguel Gutiérrez.
Los primeros vuelos de Vuela Nayarit ocurrieron entre las 10 am y las 2 pm, pues es un deporte que depende de las condiciones climáticas para ser practicado: se despega de las montañas (no se salta de aviones) y se aprovechan las corrientes termales o térmicas, que son columnas de aire caliente que suben, como burbujas de aire caliente o como remolinos que suben a 4 o 5 mil metros de altura. Las mismas que forman los cúmulos (las nubes que lucen como algodones) y las mismas que buscan las aves (como los zopilotes) para planear.
En el evento se contó con 35 pilotos de distintas partes del país, a quienes se les agasajo con una cena de bienvenida en una casona antigua, en la que se sirvieron distintos platillos típicos del pueblo de Jala. El segundo día de vuelo, los pilotos hicieron un tour por casas de artesanos de toda la zona, así como una visita al spa del hotel Nukari Quinta Boutique, el hotel sede. Para su premiación y despedida, los pilotos caminaron por el zócalo de Ahuacatlán, un ejido cuyos habitantes participaron en el diseño de los premios con puro arte wixarika.
Durante el evento, el público pudo disfrutar de verbenas populares incluyendo grupos de estudiantinas (tunas), espectáculos de danza e iluminaciones nocturnas.
La decisión de construir la rampa a inmediaciones del Ceboruco tiene que ver con un monitoreo previo sobre los modelos meteorológicos para tener las mejores condiciones. “Hay que tener el viento de frente para despegar, es una rampa que da al sur como la mayoría de las rampas del centro de México, a las que les pega el sol de frente todo el día”, explica Gutiérrez.
La popularidad del parapente frente a otros deportes, como por ejemplo el Ala Delta, se debe principalmente a la sencillez del equipo requerido para practicarlo. “Es un paracaídas con un rendimiento muy alto al planear, puede volar a unos 50 o 60 km/hr sin motor, todo el tiempo desciende pero planea muy bien, más o menos baja 1 metro baja por cada 10 metros que recorre y a diferencia de otros deportes, no se necesita más que un vehículo que te acerque a la rampa. Todo el equipo se lleva en una mochila y pesa unos 15 kilos”, señala Gutiérrez.
La recién inaugurada rampa parece una de las opciones más atractivas de todo el país para practicar este deporte: de hecho, la idea de Vuela Nayarit fue mostrar al mundo entero el enorme potencial de Nayarit –con cuatro pueblos mágicos, selva rebosante de fauna local, playas paradisíacas y una oferta cultural interminable–, además de la pujante infraestructura turística de localidades como Jala y Ahuacatlán. “Veo a Nayarit incluso un poco más atractivo que Valle de Bravo: Sayulita está a media hora, está Puerto Vallarta también muy cerca; muchos de los pilotos que hacen parapente también practican el kitesurf y el hecho que tener la costa tan cerca les atrae mucho. Existen además vuelos directos y los precios son muy atractivos”, explica Gutiérrez.
