El Museo de Historia de la ciudad acoge una exposición que repasa los 120 años de trabajo del Cuerpo de la Policía Municipal en materia de tráfico y la evolución histórica de esta labor. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha invitado a todos los madrileños a visitar la muestra Policía Municipal, 120 años moviendo Madrid, abierta a mediados de marzo, como ha hecho él esta mañana.
La exposición, que puede verse hasta el próximo 10 de septiembre de martes a domingo (de 10:00 a 20:00 h y hasta las 19:00 h en verano), recorre esta trayectoria policial mediante fotografías, medios como algunas de las motocicletas del cuerpo, cascos, alcoholímetros y diversos elementos materiales históricos de la regulación del tráfico en la ciudad como un templete donde se situaban los agentes para dar indicaciones a los conductores o un semáforo con regulador.
Almeida, acompañado por la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz del Ayuntamiento, Inmaculada Sanz, ha subrayado el constante desarrollo de las competencias en materia de tráfico y control de la circulación de la Policía Municipal en estos 120 años. Estas unidades, además, han sido testigos directos de muchos de los hechos históricos sucedidos en la capital: cumbres internacionales, acontecimientos políticos, celebraciones deportivas y visitas de altos mandatarios.
Inicio de las competencias
El inicio de las competencias de la Policía Municipal en materia de tráfico arrancó en 1903 con la publicación del primer Reglamento de Circulación de la Villa de Madrid tras la aparición de los primeros vehículos a motor que, dado el tránsito peatonal, provocaban cada vez más accidentes y atropellos. Ese reglamento nació, curiosamente, para proteger a los tradicionales carruajes de la irrupción de los vehículos automóviles en la ciudad.
Antes, en todo caso, desde la misma creación del cuerpo en 1838, los agentes municipales ya tenían encomendada la labor de vigilancia de la circulación de los carruajes tirados a caballo, cuyo uso se extendió enormemente a lo largo del siglo XIX por las principales vías de la capital.
Con la creación de la Academia Preparatoria para Guardias Municipales en 1906, se impartió por primera vez formación a sus componentes, fundamentalmente en materia de tráfico. El Servicio de Carruajes se creó, mediante reglamento en 1914, para controlar la circulación tanto de vehículos como de coches de caballos.
De circular por la izquierda a hacerlo por la derecha
El alcalde ha recordado algunas de las curiosidades que muestra esta exposición, como la aprobación del Reglamento Estatal de Automóviles en 1918, que estableció la circulación por la derecha de los vehículos en toda España, mientras que en Madrid se realizaba por la izquierda, hasta que en 1921 el general Primo de Rivera estableció la normativa de circular por la derecha. En Madrid se crearon pasos de peatones y calles de dirección única.
En 1924, se dio un paso más con la creación de la Compañía de Circulación tras una visita a París para conocer su servicio de circulación, desde donde importaron la porra para hacer más visible las indicaciones de los guardias, lo que motivó que a los policías madrileños se les empezara a denominar ‘guardias de la porra’.
El primer semáforo de la ciudad, en 1926
Otro hito tuvo lugar en 1926, en el cruce de Gran Vía y Alcalá, donde se instaló el primer semáforo en la ciudad. A mediados de esa década se afrontó una gran inversión en medios móviles para los guardias, avanzando en la modernización del patrullaje y, en 1928, se estableció un mínimo de 170 centímetros para los agentes para incrementar su visibilidad y seguridad. En 1931, con ese mismo fin, el casco pasó a ser de color blanco y se incorporó una banderola en el pecho.
Durante la Guerra Civil, los guardias municipales encargados del tráfico recibieron formación para situaciones en las que se producían ataques aéreos, deteniendo la circulación de los vehículos no oficiales para impedir el bloqueo de las calles.
En 1952, la denominación de Guardia Municipal pasó a la actual de Policía Municipal. Ese año, se construyeron unas plataformas para que los agentes de tráfico pudieran dirigir la circulación con mayor seguridad, visibilidad para los conductores y eficacia. Otro hito tuvo lugar en 1963 con la publicación de la Ordenanza de Circulación para la Villa. En 1970, se creó el teléfono de emergencias 092 que facilitó un número sencillo para que los ciudadanos llamaran a la Policía Municipal.
Primeras mujeres policías
Las primeras mujeres policías municipales (52) accedieron a la Agrupación Mixta de Tráfico en 1972, década en la que se llevó a cabo la modernización del cuerpo, ampliándose considerablemente el número de vehículos tanto de cuatro ruedas como motocicletas. Estos medios móviles realizaron la escolta, en 1969, de los astronautas del Apolo XI de la NASA, recibidos como héroes.
Tres años después, en 1975, se llevó a cabo la primera prueba de alcoholemia con el método del globo, hasta que en 1984 empezaron a utilizarse los etilómetros de precisión. Desde 1982, la Policía Municipal asume la investigación de los accidentes de tráfico y la realización de controles de alcoholemia y de velocidad con radar en colaboración con la Jefatura Provincial de Tráfico, estableciéndose la vigilancia y la ordenación del tráfico y del transporte tras el reglamento de 1985.
En 1990, se creó la Unidad de Atestados de Tráfico, cuyo primer atestado fue en septiembre tras el atropello de un peatón en el paseo de la Castellana y en 1993, vio la luz la Unidad de Educación Vial. Cuatro años después, en 1997, Madrid acogió la Cumbre de la OTAN, proporcionando el Cuerpo de Policía Municipal la escolta de gran parte de las comitivas, tal y como ocurrió el año pasado de nuevo.
Planes de Seguridad Vial
En 1999, se creó la Unidad de Análisis Vial y Urbano con el fin de mejorar las estructuras viales, participando de la vigilancia de la circulación desde la Sala de Control del Tráfico y analizando los enclaves de concentración de accidentes para eliminarlos. Muy relevantes en materia de tráfico fueron también los Congresos Internacionales de Tráfico Urbano, celebrados en Madrid entre 1999 y 2001, así como la aprobación del primer Plan de Seguridad Vial de la ciudad en 2007. En 2015, por otro lado, se realizó la primera prueba de drogas en saliva.
Tras la renovación del Plan de Seguridad Vial en 2012, en 2021 se aprobó una nueva actualización: el Plan Estratégico de Seguridad Vial, con vigencia hasta 2030, que desarrolla el proyecto recogido en la Estrategia Madrid 360 y que tiene como principal objetivo la protección de la integridad física de los usuarios de las vías, garantizando la ordenación y convivencia de los diferentes modos de transporte, con tolerancia cero ante la accidentalidad.