Su nombre en lengua maya significa “gran montículo”, y no podría ser más acertado para describir esta majestuosa construcción que se eleva 42 metros hacia el cielo, siendo la pirámide más alta de la península de Yucatán.
Un gigante de piedra en la selva
Construida entre los años 500 y 900 d.C., durante el apogeo del periodo Clásico maya, Nohoch Mul es un basamento piramidal compuesto por siete cuerpos con esquinas redondeadas y una escalinata central de 120 peldaños que conduce a un templo en la cima. Esta estructura monumental fue parte del desarrollo urbano y arquitectónico de Cobá, una ciudad que llegó a albergar a más de 50,000 habitantes y que fue un importante centro político, económico y ceremonial.
El templo en la cima, construido en un periodo posterior (entre 1250 y 1539 d.C.), comparte características arquitectónicas con sitios de la costa oriental de Quintana Roo, lo que refleja la compleja interacción cultural y la evolución de la civilización maya en la región.
Pirámide Nohoch Mul. Foto: Paul Monzón
Datos Curiosos y Misteriosos
El ascenso prohibido: Hasta hace poco, los visitantes podían subir los 120 escalones para disfrutar de una vista panorámica impresionante de la selva y el complejo arqueológico. Sin embargo, por razones de conservación y seguridad, el acceso a la cima ha sido restringido, añadiendo un aura de misterio y exclusividad a esta experiencia.
Un panel jeroglífico en la cima: En la parte superior de Nohoch Mul se encuentra un panel con 123 jeroglíficos que aluden a la fundación del pueblo Keh Witz Nal, o “Montaña del Venado”, fechada el 12 de mayo del año 569. Este texto menciona a dioses tutelares que fundaron Cobá, como Bolón Tz’akab Ajaw, el “Señor de las innumerables generaciones”, encargado de las dinastías del maíz y del cacao.
La conexión con el inframundo: La pirámide no solo es una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de la cosmología maya. Los mayas creían en tres mundos: el superior, el terrenal y el subterráneo. La escalinata central de Nohoch Mul representa la entrada al mundo subterráneo, hogar de los dioses de la muerte y el inframundo, haciendo de esta estructura un lugar sagrado para ceremonias y rituales.
Oculta por siglos: Tras la decadencia de Cobá alrededor del año 1000 d.C., la pirámide quedó oculta bajo la selva durante siglos hasta que fue redescubierta en la década de 1920 por arqueólogos y exploradores. Desde entonces, ha sido objeto de restauración y conservación, pero aún conserva su atmósfera mágica y enigmática.
Hoy en día el acceso a la cima ha sido restringido. Foto: Alex Mckenzie
La Experiencia de Nohoch Mul Hoy
Visitar Nohoch Mul es adentrarse en un mundo donde la historia y la naturaleza se entrelazan. La pirámide emerge de la selva como un guardián silencioso que invita a descubrir los secretos de una civilización milenaria. Aunque ya no se permite escalarla, su imponente presencia y la leyenda que la rodea atraen a miles de turistas cada año.
El ascenso a la cima de la pirámide es peligroso
Alrededor de Cobá, se pueden explorar antiguos sacbés (caminos de piedra) que conectaban esta ciudad con otros centros mayas, así como refrescarse en cenotes cercanos o conocer comunidades mayas que mantienen vivas sus tradiciones.
Nohoch Mul no es solo una pirámide; es un portal al pasado, un misterio tallado en piedra que desafía el olvido y sigue susurrando historias de poder, fe y conexión con el cosmos en la selva de la Riviera Maya.
El autor en la cima de la pirámide hace unos años
