Llevaban más de un siglo sepultadas las Terrazas Rosas y Blancas del lago Rotomahana.
La octava maravilla natural del mundo ha sido redescubierta, tras pasar sepultada 136 años por la erupción del Monte Tarawera en 1886.
El monte Tarawera es un volcán activo situado en isla Norte en Nueva Zelanda y ese día enterró uno de los destinos turísticos más aclamados de la época.
Años después de su descubrimiento, en 1859, quedaron sepultadas por la lava y la ceniza de un volcán.
Ahora se ha determinado la situación exacta de esta maravilla y se está recaudando dinero para su estudio.
Hace 158 años se descubrieron en Nueva Zelanda grandes cantidades de bicarbonato de calcio arrastradas por el agua caliente, formando extensas terrazas de aguas cálidas y rosadas, más conocidas como las Terrazas Rosas y Blancas de Rotomahana, el lago donde se encuentran.
Desde entonces su ubicación exacta se ignoraba.
Unos investigadores parecen por fin haber redescubierto ‘la octava maravilla natural del mundo’, según publica la revista de la Real Sociedad de Nueva Zelanda.
Como las autoridades de la época nunca fijaron las coordenadas exactas de su ubicación, para hacerse una idea aproximada estos especialistas examinaron los diarios de Ferdinand von Hochstetter, un geólogo austriacoalemán que describió la zona en 1859.
Bunn y sus colegas estiman que las terrazas se encuentran a una distancia entre 10 y 15 metros de la superficie, bajo capas de barro y cenizas, y aseguran que los propietarios ancestrales de la tierra están «encantados» con el proyecto.
Gracias a los más de 50.000 dólares que han recaudado para desarrollar el trabajo de campo, podrán llevar a cabo un estudio arqueológico que permita encontrar esa «maravilla natural» de «interés público».