La escena es espectacular y se da en Alaska. Cada verano, un millón de salmones o más nadan desde el océano hacia los arroyos y ríos de agua dulce, incluidos los del Katmai National Park de Alaska.
Para los viajeros, es la oportunidad de presenciar uno de los fascinantes fenómenos de la Madre Naturaleza.
Para los cineastas, es la ocasión de capturar una toma icónica: un pez que salta directamente a la boca de hambrientos osos grizzly.
«Parece sencillo», dijo Brad Ohlund, director de fotografía en MacGillivray Freeman Films.
«Pero se necesita mucho trabajo para conseguir esa toma».
Ohlund ofreció detalles sobre la película mientras se grababa el salto del salmón en Katmai, donde este, el operador de cámara Nick Savander y el fotógrafo Marcos Emery pasaron muchos días para capturar la experiencia.
Esta es una de las muchas escenas increíbles que aparecerán en una película de gran formato sobre los parques nacionales de los Estados Unidos.
Y como todas las obras de arte, este toma se consiguió con tiempo, planificación y un poco de suerte.
El oso grizzly, el rey de los bosques de Alaska
El mayor y más septentrional estado de EE.UU es uno de los mejores lugares del mundo para ver osos pardos en libertad.
El oso grizzly es la subespecie más grande de oso pardo y Alaska, con 30.000 ejemplares, la tierra donde más abunda, principalmente en la mitad sur del territorio.
Muchos de los viajeros que escogen Alaska como destino se marcan como uno de sus objetivos principales poder contemplarlo.
Algunos de los puntos más populares son el Lake Clark National Park o el Katmai National Park.
Aunque en verano también es habitual verlo desde los autobuses autorizados a recorrer el Parque Nacional Denali.
Los cámpings de Alaska cuentan cabinas metálicas a prueba de osos para guardar las provisiones.
El oso de la isla Kodiak es otra subespecie.
Suele superar al grizzly en tamaño, gracias a la proliferación estival de salmones en los ríos y de bayas en los bosques.