Del penúltimo de los reyes godos españoles decían los manuales de Historia del ya lejano bachillerato, con su peculiar retórica, aquello de “oscuro y tormentoso se presentaba el reinado de Witiza”.
Pues oscuro y tormentoso se presenta el futuro económico de España, como consecuencia del coronavirus y de la negligencia, ineptitud e irresponsabilidad con que ha enfrentado la pandemia el Gobierno socialcomunista Sánchez-Iglesias.
El Gobierno Sánchez ya se plantea una reactivación de la actividad y del empleo en dos tiempos, el segundo de los cuales se extendería hasta final de año y comprendería sectores tan importantes para la economía española como el turismo.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, comentó este 17 de abril que habrá dos fases para la recuperación laboral paulatina del país: una primera hasta verano, para el tejido productivo, y una segunda que se prolongaría hasta el término de 2020.
Es decir, la escasamente documentada Díaz no habla ya del verano como punto de inflexión para la vuelta a la normalidad de bares, restaurantes y hoteles, ya castigados por el coronavirus y el confinamiento, sino de casi un semestre más allá de la temporada alta.
Sectores como el turismo, así como los de la cultura y el ocio, afrontan «enormes dificultades» que postergarán su reanudación, por lo que ya se contemplan nuevas medidas que provean de «amortiguación social» a estas ramas. Aerolíneas, cruceros, restauración, hostelería u comercios se encuentran entre las áreas afectadas, según enumeró Díaz en una entrevista con TVE.
«El Ministerio de Trabajo y Economía Social está trabajando en dos fases para las medidas en los sectores más afectados: excepcionalidad atenuada, que durará hasta este verano, y normalidad atenuada, que se prolongará hasta final de año».